Durante casi cuatro décadas, la franquicia Predator ha explorado el instinto de caza, la violencia y la supervivencia desde múltiples contextos: desde la selva centroamericana del clásico de 1987 con Arnold Schwarzenegger hasta los mundos antiguos y futuros imaginados en sus precuelas. En Predator: Badlands, el director Dan Trachtenberg da un giro inesperado a la mitología de los Yautja, transformando al temible cazador en protagonista de una odisea emocional y espiritual que redefine su naturaleza.
Lejos de repetir las fórmulas de acción de sus predecesoras, la película (que ya puedes disfrutar en las salas de Cinépolis y Cinemex) se adentra en una reflexión sobre la soledad, la herencia y la empatía, ambientada en el planeta Genna, un entorno hostil donde todo, desde las criaturas hasta la vegetación, parece tener sed de sangre. El joven Predator Dek (Dimitrius Schuster-Koloamatangi), expulsado de su clan y marcado por la traición de su hermano, se ve obligado a enfrentarse a un monstruo ancestral: el Kalisk. Sin embargo, la verdadera amenaza no proviene del exterior, sino del propio código de honor que lo define como cazador.
20th Century Studios
Lo que une a ‘Predator’ y ‘Stranger Things’: el secreto detrás del nuevo filme de Dan Trachtenberg
A lo largo de su travesía, Dek forja una improbable alianza con Thia (Elle Fanning), una androide de la corporación Weyland-Yutani, y con Bud, una criatura que lo adopta como parte de su familia. Trachtenberg y el guionista Patrick Aison, quienes ya habían colaborado en Depredador: La presa de 2022, logran expandir la saga hacia territorios emocionales inéditos, fusionando acción brutal con un trasfondo casi mitológico. El resultado es una historia donde el sacrificio y la identidad del “otro” se entrelazan bajo una capa de ciencia ficción épica.
Pero más allá de su trama o de sus impresionantes efectos visuales, Predator: Badlands llamó la atención por un detalle inesperado: la participación de los hermanos Matt y Ross Duffer, creadores de Stranger Things. Su aparición no es visual, sino auditiva: ambos prestaron su voz al sistema de navegación de la nave Yautja, convirtiéndose en parte del universo Predator. La revelación, hecha por el propio Trachtenberg durante una proyección especial, sorprendió incluso a los fans más atentos.
Netflix
Los hermanos Duffer y su participación en ‘Predator: Badlands’
El director explicó que el cameo surgió de una coincidencia curiosa. Mientras el equipo de Badlands realizaba la mezcla de sonido en los mismos estudios donde se trabajaba en la serie de Netflix, Trachtenberg pensó en invitar a los Duffer a grabar la voz del sistema de la nave. “Estaban mezclando al mismo tiempo y les pedí hacerlo como un experimento divertido. Les di un papel con palabras en idioma Yautja y les dije: ‘Buena suerte aprendiendo esto’”, contó entre risas para People.
El resultado fue una voz digitalizada, extraña y distorsionada, perfecta para representar la tecnología alienígena del universo Predator. “Terminamos mezclando sus voces y aplicando múltiples efectos hasta crear el tono exacto”, explicó Trachtenberg. Lo que comenzó como una broma entre colegas terminó siendo uno de los guiños más comentados del filme, uniendo simbólicamente dos de las franquicias más influyentes del género de ciencia ficción y terror contemporáneo.
La colaboración también tiene un matiz emocional para Trachtenberg, quien estuvo a punto de dirigir un episodio de Stranger Things antes de comprometerse con Badlands y Killer of Killers. “Fue una manera de estar presentes en ambos proyectos al mismo tiempo”, dijo el realizador, quien mantiene una estrecha amistad con los Duffer. El cameo, además, rinde homenaje al espíritu ochentero de Predator y a la estética retro-fantástica que define la serie de Netflix.