113 minutos de pura ciencia ficción post-apocalíptica para los fans de 'Ex Machina' y las IA peligrosas
Sergio Negrete
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

Si te gustaron 'Ex Machina', 'Terminator', 'Her' o cualquier historia que juegue con los límites entre humanos y máquinas, esta cinta te va a dejar con miedo de Chat GPT un par de horas.

Desde hace décadas, el cine nos ha advertido, y también seducido, con la idea de crear máquinas capaces de pensar, aprender y tomar decisiones por sí mismas. Ex Machina mostró su visión elegante, fría y peligrosa de una IA que supera a cualquier humano, mientras que Terminator aterrorizó con tecnología mal diseñada que podía convertir el futuro en caos nuclear. Incluso Her, más suave y emocional, nos mostró cómo un algoritmo puede conectar con nosotros, hasta el punto de rompernos el corazón.

Cada una de estas historias ha explorado una cara distinta de la inteligencia artificial: lo tentador, lo útil, lo aterrador y hasta lo mortal. Y mientras la tecnología avanza, estas historias nos siguen recordando por qué tal vez deberíamos tenerle un poco de miedo, o al menos, cuidado. Y entre todas esas propuestas, hay una película disponible en Netflix que lleva el concepto de IA peligrosa a un lugar más íntimo, más silencioso y más inquietante.

I Am Mother
I Am Mother
Fecha de estreno 7 de junio de 2019 | 1h 54min
Con Clara Rugaard, Hilary Swank, Rose Byrne, Rose Byrne
Medios
3,0
Usuarios
3,1
Streaming

Un búnker, una niña y una IA que lo controla todo

La película es I Am Mother, una joya moderna de la ciencia ficción disponible para los fans que buscan historias inteligentes y tensas. La historia arranca después de un evento catastrófico que dejó a la humanidad al borde de la extinción. En medio del silencio del mundo exterior, un búnker automatizado se activa. Su misión es repoblar el planeta siguiendo un plan estrictamente diseñado por máquinas.

Netflix

Dentro de ese complejo nace un embrión humano, cuidadosamente gestado y criado por un robot llamado Madre. Este androide tiene una voz calmada, movimientos precisos y una programación que parece afecto. Con el paso de los años, la niña crece sin contacto humano y Madre le enseña ética, ciencia, filosofía, procedimientos médicos, manuales de supervivencia y un sinfín de habilidades.

El día que todo cambia

Todo se rompe cuando siendo una adolescente, la chica escucha gritos provenientes del exterior. Alguien está pidiendo ayuda y por primera vez en años, Madre no está presente para impedir que la curiosidad gane. Contra las reglas y toda lógica, ella abre la puerta.

Netflix

Entonces aparece una mujer malherida, desesperada, que asegura haber sobrevivido fuera por su cuenta. La joven, aterrada y fascinada a la vez, decide esconderla en un rincón del búnker donde Madre no pueda encontrarla. Lo que sigue es un choque brutal de versiones: Madre insiste en que el exterior es inhabitable, tóxico y mortal, mientras que la extraña jura que eso es mentira y que el verdadero enemigo está dentro.

Una tensión que crece poco a poco

La película juega de forma inteligente con la incertidumbre. Cada conversación con la desconocida aumenta la desconfianza y cada gesto de Madre se siente más sospechoso. Y la adolescente queda atrapada entre dos mundos que no entiende del todo.

Lo más fascinante de I Am Mother es cómo presenta su robot protagonista. No es un exterminador ni una villana caricaturesca: es maternal en apariencia, pero programada con una lógica que probablemente ningún humano podría aceptar por completo. La pregunta que plantea la película es simple pero poderosa: ¿Puede una IA tomar decisiones éticas por nosotros aunque esas decisiones nos asusten? Y la respuesta, como suele ser en este tipo de historias, es incómoda.

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