Quién no es fan de una buena comedia romántica con toques de riesgo. Si antes has disfrutado de títulos como Amarrados al amor o Easy, hoy es el día para empezar una nueva historia con esta serie de Netflix.
Bajo el nombre de Amor y anarquía esta historia sueca combina la vida profesional de dos adultos con una versión más atrevida del clásico juego de verdad o reto. La vida de una consultora exitosa y un joven técnico de IT cambia radicalmente con una dinámica que despierta sus fantasías y enciende el deseo.
¿De qué va 'Amor y anarquía'?
Dirigida por Lisa Langseth y Emma Bucht, la historia sigue a Sofie (Ida Engvoll), una consultora exitosa y profesional, casada y madre de dos hijos que parece tener una vida perfecta hasta que la contratan para reestructurar una vieja editorial de Estocolmo. Ahí conoce a Max (Björn Mosten), un joven técnico de IT con quien inicia un juego secreto y provocador.
Por momentos se lanzan retos: algunos locos y otros más íntimos. Poco a poco él reactiva en ella un sentido de aventura que no creía haber perdido y ella lo inspira a ser su mejor versión; la conexión parece inminente.
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Sus desafíos, al inicio casi bromas, evolucionan a cosas cada vez más serias y subidas de tono los obliga a cuestionar sus propias vidas, lo que quieren y hasta quienes son.
El juego, las normas y el deseo
Aunque Amor y anarquía tiene dos temporadas de ocho capítulos cada una quienes han visto la serie aseguran que es una historia fácil para maratonear porque cada episodio ronda los 30 minutos.
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Además, por medio de comedia y escenas seductoras la serie explora lo que implica desobedecer pequeñas reglas cotidianas, romper con la rutina y cruzar barreras emocionales.
Poco a poco se abordan temas bastante maduros e interesantes entre la insatisfacción, la presión social y profesional y cómo el deseo puede ser una forma, a veces confusa, de autodescubrimiento. ¿Te animas a verla?