Si algo dejó claro Stranger Things desde su tercera temporada es que, además de monstruos, nostalgia y drama adolescente, también sabe revivir tendencias, incluso aquellas que creías perdidas entre los pasillos de un centro comercial abandonado en 1987. Canciones como "Running Up That Hill" de Kate Bush y los juegos de mesa como Calabozos y Dragones, han vuelto a ponerse de moda.
Y por supuesto, también está la moda. La estética "mall rat", esa que nació cuando los centros comerciales eran el corazón social de cualquier ciudad, volvió a colarse en nuestros armarios gracias a dos chicas que hoy son referentes del estilo retro: Once y Max. Blusas vibrantes, scrunchies gigantes, tenis blancos, shorts de mezclilla, y estampados colorido que se hicieron tendencia otra vez.
Once: del look experimental al estilo explosivo del Starcourt
Cuando Once pasa de vestir ropa prestada por Hopper a elegir su propio outfit en el Starcourt Mall, ocurre magia. Su icónico look con camisa de botones negra salpicada de figuras abstractas de colores se convirtió en un fenómeno instantáneo. Ese estampado, tan ochentero que parece sacado de una máquina del tiempo, resucitó en marcas como H&M, Pull&Bear y hasta colaboraciones especiales con Nike inspiradas en la serie.
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Además, Once marca dos cosas esenciales de la estética mall rat: colores neón combinados sin miedo y prendas oversized que se sienten rebeldes y frescas. Y la clave es verse como alguien que pasa su verano perfecto rotando entre tiendas, video juegos y comprando helados.
Max: la chica skater que trajo de vuelta las rayas y la actitud
Max Mayfield, interpretada por Sadie Sink, también se ganó un lugar en el mundo fashion del Upside Down. Su playera de rayas, shorts de mezclilla y cinturón clásico se transformaron en el uniforme retro perfecto. Ella representa la otra cara de la moda ochentera, más relajada, skater, y con vibras de las playas de California.
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Su estilo marcó el regreso de las camisetas rayadas multicolor, ahora imprescindibles en cualquier cápsula retro. Los scrunchies, que volvieron a las tiendas de fast fashion y los tenis blancos se ven en todas las redes sociales. Max es la prueba viva de que un look cómodo también puede ser icónico.
La fiebre del Starcourt: cuando el mall se convirtió en pasarela
Toda la temporada tres es, básicamente, una carta de amor a los centros comerciales. Ese ambiente de neón, posters, ruido, tiendas abarrotadas y moda sin reglas volvió tan fuerte que incluso generó colaboraciones oficiales con H&M, inspiradas directamente en los outfits del Starcourt Mall.
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Prendas clave que regresaron gracias a la serie fueron shorts de mezclilla de tiro alto, camisas estampadas, faldas con patrones geométricos, sudaderas pastel y calcetas altas deportivas. La temporada fue tan influyente que muchos fans comenzaron a recrear los looks exactos para convenciones, fotos y hasta fiestas retro. Gracias a Once y Max, millones volvieron a enamorarse de la moda mall rat: ese estilo colorido, divertido y despreocupado que define un verano eterno.