La historia real del perro callejero que siguió a Mark Wahlberg por la selva
Luis Fernando Galván
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

En una de las aventuras más inesperadas de su carrera, Mark Wahlberg revivió la historia del perro callejero que decidió seguirlo durante una competencia brutal. Lo que parecía un simple encuentro terminó convirtiéndose en una emocionante aventura.

La carrera de Mark Wahlberg siempre ha estado marcada por giros inesperados. Tras iniciar su trayectoria en dramas intensos como Diario de un rebelde y Boogie Nights, el actor ha encontrado en los últimos años un nuevo camino interpretando figuras inspiradoras de la vida real. Producciones como Horizonte profundo y El milagro del padre Stu demostraron su interés por relatos edificantes, aunque también ha buscado conectar con públicos más amplios mediante comedias familiares como Familia al instante y Me Time. En una de sus más recientes apuestas cinematográficas combina ambas facetas: un biopic motivacional con tintes de aventura apta para todo tipo de espectadores.

Arthur: Una Amistad Sin Limites
Arthur: Una Amistad Sin Limites
Fecha de estreno 4 de abril de 2024 | 1h 48min
Dirigida por Simon Cellan Jones
Con Mark Wahlberg, Simu Liu, Juliet Rylance
Ver en Amazon Prime Video

La emocionante historia real detrás de ‘Arthur: una amistad sin límites’ con Mark Wahlberg

Esa mezcla se materializa en Arthur: una amistad sin límites, filme dirigido por Simon Cellan Jones y basado en el libro Arthur – The Dog Who Crossed the Jungle to Find a Home, donde el atleta Mikael Lindnord narra su extenuante experiencia en una carrera de aventura en Ecuador. Competidor desde 1997, Lindnord enfrentó en el Amazonas uno de los desafíos más duros de su vida: 435 millas de caminata, bicicleta, kayak y tirolesas a través de un entorno hostil que ponía a prueba el cuerpo y la mente. Las reglas del juego exigían trazar estrategias, dosificar energía y sortear obstáculos impredecibles.

La adaptación cinematográfica opta por cambiar el nombre del protagonista a Michael Light y situar la competencia en la República Dominicana, una libertad creativa que generó críticas desde Ecuador. El guion también añade conflictos personales, como el impacto de las redes sociales en la carrera del personaje, y desarrolla de manera más amplia las dinámicas con sus compañeros de equipo: Leo, Olivia y Chik. Aun con estas modificaciones dramáticas, la esencia del relato permanece intacta, especialmente en lo referente al inesperado compañero que transformó la travesía: un perro callejero.

Lionsgate

Arthur, el perro que nunca se rindió

En medio de enfermedades, tropiezos y el desgaste de la competición, el equipo encontró a un perro en evidente estado de abandono. Lo llamaron Arthur, inspirado en la figura medieval del rey Arturo. Preocupado por su frágil condición, Mikael comenzó a alimentarlo con las albóndigas que su familia había preparado para él, intentando mantener al animal con vida en un entorno que apenas daba tregua. Pese a las dificultades que implicaba sumar un ser vulnerable a la expedición, el equipo decidió adoptarlo durante la carrera. Muy pronto, Arthur devolvió el gesto con una inesperada habilidad para orientarse entre la selva.

Mientras avanzaban por la jungla, el vínculo entre Mikael y Arthur ganó notoriedad internacional. Las fotografías que el atleta enviaba a su familia terminaron viralizándose en redes sociales y medios de comunicación, convirtiendo al perro en un símbolo de resiliencia. Su determinación por no separarse de su nuevo compañero quedó registrada en cada tramo, lo que despertó la admiración de miles de seguidores alrededor del mundo. Arthur no solo inspiraba; parecía dispuesto a llegar hasta el final, sin importar el desgaste físico.

Lionsgate

Una de las pruebas más duras del recorrido, un trayecto de 36 millas en kayak, estuvo a punto de separarlos. Los organizadores advirtieron que Arthur no podía participar en esa sección por el riesgo que suponía. El equipo intentó dejarlo en la orilla, pero al verlo lanzarse al agua y nadar tras ellos, comprendieron que no podían abandonarlo. Lo subieron al kayak, aun sabiendo que perderían tiempo valioso. Sacrificaron la posibilidad de un triunfo para garantizar que Arthur culminara la travesía con ellos, terminando finalmente en el puesto número doce.

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Al concluir la competencia, Mikael quiso llevar a Arthur a Suecia para adoptarlo, pero el proceso se complicó debido a una serie de infecciones parasitarias que ponían en riesgo su traslado. Tras varios procedimientos médicos y días de incertidumbre, Arthur llegó por fin a su nuevo hogar, donde fue recibido por periodistas y público que habían seguido su historia. Investigaciones posteriores revelaron que antes se llamaba Barbuncho y habría sido víctima de maltrato por parte de su antiguo dueño, algo que Mikael denunció públicamente.

La historia no terminó ahí. Arthur acompañó a Mikael en nuevas competencias, como la Wings for Life World Run, dedicada a las víctimas de lesiones medulares. En 2015, el atleta creó The Arthur Foundation, una organización destinada a promover el bienestar animal y apoyar la rehabilitación de fauna en riesgo. Tras una batalla contra un tumor maligno, Arthur murió en 2020, dejando un legado que trascendió las carreras y los titulares. Hoy, su nombre vive en una fundación, una película y un relato que sigue conmoviendo a millones.

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