Si amas el lenguaje y los alienígenas, dale una oportunidad a esta obra maestra, para entender que la comunicación es el arma más poderosa del universo
Sergio Negrete
Sergio Negrete
-Redactor
Mi infancia estuvo repleta de películas de Disney en VHS. Bien podría ser un personaje de 'El diario de Bridget Jones', 'Fleabag' o 'Parks and Recreation'

Si creciste con 'Terminator', 'Alien' o 'El planeta de los simios', esta película conecta directamente con ese legado, pero lo lleva a un terreno más íntimo y reflexivo.

La ciencia ficción nos ha regalado clásicos imposibles de borrar. Terminator nos enseñó a temerle a las máquinas y al futuro que creamos con nuestras propias manos. Alien, el octavo pasajero convirtió el espacio en un lugar claustrofóbico donde el terror acecha en la oscuridad y el silencio. Y El planeta de los simios nos mostró una realidad en la que los seres humanos no son la "especie dominante". Cada una, a su manera, dejó huella y definió una época.

Con el paso de los años, el género se ha transformado, pero nunca ha perdido esa necesidad de hacernos preguntas grandes, como quiénes somos y si estamos realmente listos para lo desconocido. Y en este segundo grupo hay una película que entiende que el verdadero conflicto no siempre se resuelve con fuerza bruta y que el contacto con lo desconocido no tiene por qué ser una guerra.

La llegada
La llegada
Fecha de estreno 11 de noviembre de 2016 | 1h 56min
Dirigida por Denis Villeneuve
Con Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker
Usuarios
2,8
Ver en HBO MAX

Cuando el mundo se paraliza...

Años antes de Duna y Blade Runner 2049, Denis Villeneuve sorprendió a todos en 2016 con La llegada. Todo comienza cuando varias naves de origen extraterrestre aparecen de manera simultánea en diferentes puntos del planeta. No disparan ni envían mensajes claros. Simplemente están ahí, suspendidas, provocando miedo, curiosidad y paranoia al por mayor.

Prime Video

Ante la presión global, el ejército estadounidense decide recurrir a la doctora Louise Banks (Amy Adams), una experta lingüista, y al físico Ian Donnelly (Jeremy Renner). Ambos son llevados a un campamento militar cercano a una de las naves con una misión urgente: descifrar el lenguaje de las criaturas y descubrir el motivo de su visita.

Por supuesto, el problema es que no existe un diccionario alienígena ni una forma rápida de comunicarse. Cada símbolo, cada sonido y cada gesto puede tener múltiples interpretaciones. Y en un contexto sin precedente, un simple malentendido puede desatar una catástrofe.

El lenguaje como campo de batalla

A diferencia de otras películas del género, La llegada pone el foco en el proceso ue requiere entender al otro sin imponerle nuestras reglas. Louise no solo intenta traducir palabras, sino comprender una forma completamente distinta de pensar y de existir.

VOX

Mientras ella avanza lentamente en la comunicación con estas criaturas, el mundo exterior se vuelve cada vez más inestable. La cooperación internacional comienza a romperse y el miedo gana terreno. Todos quieren respuestas inmediatas, aunque nadie esté dispuesto a escuchar con atención.

La película deja claro algo inquietante: muchas veces, el mayor peligro no viene del espacio, sino de nuestra incapacidad para dialogar. Aquí, el lenguaje no solo sirve para comunicarse con otra especie, sino para cambiar la manera en que percibimos la realidad y nuestras propias elecciones.

Años después de su estreno, La llegada se mantiene como una de las obras más importantes de la ciencia ficción contemporánea. No porque sea espectacular, sino porque es honesta y se atreve a decir que entender al otro es un acto revolucionario.

facebook Tweet
Te puede interesar