El final del año siempre tiene algo raro: una mezcla de cansancio, nostalgia y expectativa. Buscamos historias que acompañen ese momento exacto en el que miramos hacia atrás y, al mismo tiempo, intentamos imaginar lo que viene. Por eso muchos recurren a películas como El descanso, Sirenas y Feliz Año Nuestro, que funcionan como abrazo emocional: cintas que no prometen soluciones mágicas, pero sí compañía.
Algunos optan por dramas intensos, otros por romances encantadores y hay quienes prefieren historias sencillas, cotidianas, que hablan errores y segundas oportunidades. Y para los que buscan este tipo de relato, en Prime Video hay una comedia romántica que muestra algo más profundo y real: dos personajes que se cruzan una y otra vez, que no coinciden en el momento adecuado y que se equivocan por orgullo y miedo.
Dos personas, una pregunta incómoda
La película es Cuando Harry encontró a Sally..., una de esas cintas que parecen ligeras, pero esconden más verdad de la que aparentan. La historia arranca de forma simple: Harry Burns y Sally Albright se conocen siendo universitarios, casi por accidente, cuando ella se ofrece a llevarlo en coche de Chicago a Nueva York.
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Durante ese viaje surge una conversación que lo cambia todo: ¿pueden un hombre y una mujer ser solo amigos? Harry está convencido de que no. Sally es mucho más optimista y cree que sí. Esa diferencia de puntos de vista no solo define su relación, sino que se convierte en el corazón de toda la película.
El paso del tiempo como protagonista
Después de ese primer encuentro, Harry y Sally se separan. Pasan los años y cada uno vive su vida, ama, se equivoca y fracasa un poco. Pero el destino se empeña en volverlos a cruzar. Primero en un aeropuerto, luego en la ciudad, hasta que terminan construyendo una amistad sólida, honesta y profundamente divertida.
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El vínculo entre Harry y Sally funciona porque se siente real y ninguno de los dos es perfecto. Harry es cínico, algo arrogante y usa el humor como defensa. Sally es organizada, aparentemente segura, pero también carga con sus propias inseguridades. Ambos se entienden, se apoyan y aun así, deciden complicarse la existencia.
El gran conflicto no es externo. No hay villanos ni grandes tragedias. El problema es aceptar lo evidente y reconocer que quizá eso que has estado buscando todo este tiempo ha estado frente a ti, disfrazado de amistad. Y aceptar eso implica arriesgarlo todo.
Reírse mientras duele un poquito
Cuando Harry encontró a Sally… es divertida. Tiene diálogos memorables y escenas icónicas. Pero su verdadero poder está en cómo retrata la soledad adulta. Esa que no siempre se dice en voz alta.
Si te sientes perdido en la vida o en el amor, esta comedia melancólica es una gran compañía para recibir el Año Nuevo. No te promete que todo se acomodará de inmediato. Pero sí te recuerda algo importante: el tiempo importa, las personas cambian y a veces el amor necesita paciencia y varias vueltas.