“Fue un sacrificio pagar el boleto sabiendo que una parte iba a quedar en manos de una criminal que no se ha arrepentido, y más porque sé lo que el dinero significa para ella.” -escribe J.E. Vader, un ex columnista de deportes del periódico The Oregonian, que cubrió muchos de los hechos que cuenta la película Yo, Tonya, que le ha ganado todos los premios de Mejor actriz de reparto (y seguramente el Oscar) a Allison Janey, y varias nominaciones a Margot Robbie como Mejor actriz por su interpretación como la infame Tonya Harding.
Vader estuvo presente en Detroit cuando Nancy Kerrigan fue atacada y comenta que si bien la parte de la cinta que narra el abuso que Harding sufrió por parte de su madre y ex esposo es bastante cercana a la realidad, afirma que la película raya en la fantasía cuando retrata el mundo del patinaje artístico y el ataque a Kerrigan. Dice que la película transmite el mensaje de que Harding y su ex marido, Jeff Gillooly, no sabían nada del ataque y que la toda la culpa era de su guardaespaldas Shawn Echardt. Pero en 1994 Gilloly confesó al FBI que los planes contemplaban matar a Kerrigan o cortarle el tendón de Aquiles, antes de decidir que lo mejor era dañarle la pierna y dejarla amordazada en su cuarto de hotel; que Harding estaba enterada de todo y que se había molestado cuando las cosas no habían salido de acuerdo al plan.
“Yo, Tonya usa a Kerrigan como comic relief y a mí se me revolvió el estómago." -escribe Vader. "Harding recibió miles de dólares por parte de la Asociación de Patinaje Artístico, George Steinbrenner y Nike para su defensa, y la cinta lo pasa por alto porque no encajaría con la imagen de la ‘pobrecita Tonya’ que nos quiere transmitir. Tampoco es cierto que haya sido juzgada injustamente cuando el incidente de la agujeta rota en los Juegos Olímpicos de Lillehammer, de hecho la ayudó a avanzar en la competencia."
"A todo el mundo le conmueve la actuación de Margot Robbie cuando suplica que no le prohíban volver a competir, pero en realidad Harding nunca hizo un discurso por el estilo. Harding ha cambiado su historia muchas veces en los últimos 24 años y en lo único en lo que es consistente es que la víctima es ella. Con su problema para enfrentar la realidad, esta película llena de fantasías e inconsistencias debe ser su sueño hecho realidad.”