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    'Las estrellas de cine nunca mueren': Para el amor no hay edades ni fama que lo impida

    Esta cinta estuvo nominada a tres BAFTA en la pasada entrega de los premios

    La vida de una estrella de Hollywood puede cobrar facturas muy grandes cuando la fama se ha ido y sólo quedan los recuerdos de aquellos momentos mágicos y brillantes. Gloria Grahame tuvo su momento cumbre en la década de los 50, sin embargo, sus malas decisiones la llevaron hasta la muerte cuando tenía 57 años. Parte de la historia de esta actriz se retrata en Las estrellas de cine nunca mueren.

    En ella conoceremos los últimos años de vida de Grahame (Annette Bening), quien sostuvo un romance con el joven actor Peter Turner (Jamie Bell) a finales de los años 70. Con flashbacks conocemos cómo inició esta relación cuya diferencia de edad no impedía que el amor floreciera, además de algunos detalles de la vida de la actriz de los cuales no estaba orgullosa.

    Las estrellas de cine nunca mueren está basada en el libro homónimo escrito por Peter Turner, en el que escribió sus memorias sobre esta atípica relación sentimental. Inclusive él tiene una participación en esta cinta, haciendo de Jack, mientras que Jamie Bell lo interpreta dentro de la película con todo y baile, haciéndonos recordar el papel de Billy Elliot del actor hace 18 años.

    Annette Bening fue la encargada de interpretar a Gloria Grahame, curiosamente ella tenía 59 años cuando grabó la película, dos más que Grahame al momento de morir. Pero Bening ya conocía el trabajo de Gloria antes de aceptar el papel, ya que su película Los sobornados le sirvió de inspiración para hacer su papel de femme fatale en Los timadores.

    En algún momento en la vida de Grahame estuvo conectada con nuestro país, ya que su cuarta boda se llevó a cabo en Tijuana. En esa ocasión se casó con su hijastro, decisión que le costaría reputación en su carrera.

    Las estrellas de cine nunca mueren es una historia que invita a la reflexión de varios aspectos en la vida de las estrellas, las decisiones personales y difíciles de la vida, además de volver a recordarnos que para el amor no hay edades. No hay que olvidar que esta cinta estuvo nominada para tres premios BAFTA: mejor actor, mejor actriz y mejor guion adaptado.

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