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    'Moby Dick': La joya de 1956 que tienes que ver

    En el marco del natalicio 200 del autor del libro, Herman Melville, nada como recordar su obra y una de las mejores adaptaciones al cine basadas en sus textos.

    Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.

    Estamos exactamente a 200 años del nacimiento de Herman Melville, uno de los escritores estadounidenses más reconocidos de todos los tiempos, especialmente por su libro: Moby Dick. El autor vivió varias aventuras en altamar que lo llevaron a escribir sus obras literarias, pero nada como haber terminado después de dos años su texto más importante, que irónicamente fue la que menos dividendos y éxito le dio en vida. En sus últimos momentos sufría de padecimientos psicológicos y físicos que le imposibilitaron tener un final feliz, pero sus libros comenzaron a resonar después de su deceso llevándolo a ser recordado dos siglos después.

    Obviamente Moby Dick ha inspirado a un montón de actores y directores a llevar a la pantalla grande y chica el clásico literario. Existe una versión del 2011 en la que William HurtEthan Hawke protagonizan; una en la que Patrick Stewart fue el Capitán Ahab en 1998; entre algunas otras más. Pero una que no podemos dejar de mencionar, aunque ha quedado rezagada en el tiempo y olvidada por algunas generaciones es la adaptación de 1956.

    Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.

    Dirigida por John Huston (The Treasure of the Sierra Madre) y catalogada por él mismo como la película más complicada que le tocó hacer, en Moby Dick la premisa se mantiene apegada al libro, con el cazador marítimo obsesionado con atrapar a una ballena blanca. Lo más curioso de todo esto es que en su estreno no tuvo el reconocimiento que se esperaría, pese a haber tenido que sortear un montón de obstáculos y tener la mejor actuación en la carrera de Gregory Peck para muchos, además de también contar con la participación de Orson Welles.

    Tuvieron que hacer dos réplicas de ballena que medían casi 26 metros de largo y cuyo costo aproximado de cada una rondó los US$30,000, cifra elevada para ese entonces. Ambas se perdieron en el mar mientras filmaban, por lo que tuvieron que hacer otra para la última parte. Las Islas Canarias sirvieron como parte de las locaciones en las que se rodaron algunas escenas, aunque también visitaron Gales, Irlanda, Portugal y Estados Unidos para completar la producción.

    Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.

    Gregory Peck no quiso tener un doble de riesgo en pantalla por lo que filmó todas sus escenas, sin embargo, esto le provocó una lesión de rótula. No fue el único que se lastimó, ya que Richard Basehart se rompió el tobillo mientras brincaba a una lancha y Leo Genn tuvo deslizamiento de disco y neumonía antes de terminar el rodaje. Es verdad que fue algo accidentado, pero el resultado fue alentador.

    En el marco del festejo por el natalicio de Herman Melville leer su libro más famoso y echarle un vistazo a la adaptación de 1956 es una buena forma de celebrar. Y un dato más, el autor también le dio nombre a una de las franquicias de café más conocidas en la actualidad, ya que su personaje Starbuck sirvió como inspiración para que la cafetería de la sirena obtuviera su nombre.

     

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