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    ‘Joker’: ¿Existe la enfermedad que causa risa incontrolable?

    Hay un padecimiento que es muy difícil de detectar en las personas.

    El fervor que ha despertado la cinta Joker del director Todd Phillips (¿Qué pasó ayer?) en el mundo ha comenzado a ser un tema relevante. Por un lado los apasionados cinéfilos muerden sus uñas por la impaciencia de presenciar la inquietante interpretación de Joaquin Phoenix como el supervillano de la enorme sonrisa. Por el otro, la psicología detrás de este personaje ha puesto los focos rojos, inclusive el ejército de Estados Unidos ha sido advertido de posibles disturbios tras el estreno de esta cinta.

    Con sólo ver los avances de la película y escuchar la espeluznante carcajada de Phoenix sabemos que no es para menos, realmente hay un discurso psicológico y social detrás de este característico gesto del Joker, razón suficiente para indagar a fondo en su origen médico y tal vez poder entender (si esto es posible) el porqué de su risa, ¿será sólo para intimidar a sus enemigos? ¿De verdad será un síntoma incontrolable?

    De a cuerdo con información médica, tener una risa incontenible es muestra de un raro padecimiento catalogado como epilepsia gelástica; esta ocasiona una serie de inusuales ataques epilépticos que conllevan a una crisis en forma de risa. Sin embargo, suele mostrarse de una manera mecánica y no como una verdadera risa, de algún modo podrías identificarlo por su monótono sentido y gravedad con la que aparece, recordemos se trata de un descontrolado ataque. Aunque nada es tan simple en la vida real, existen casos registrados de epilepsia gelástica con carcajadas sinceras e inclusive contagiosas.

    El padecimiento puede iniciarse desde los primeros años de vida, según registros esta clase de epilepsia es causada por tumores en el hipotálamo, mismos que son denominados como hamartomas hipotalámicos. Esto trae complicaciones en el estilo de vida de quien los padece como pubertad precoz, alteraciones cognitivas y cambios radicales en su comportamiento en sociedad. 

    De a cuerdo con una investigación del Instituto de Psicología de la Universidad de Freiburg, Alemania, publicada en la revista científica Epilepsia: la frecuencia de las crisis en forma de risa podrían determinar la estabilidad mental del sujeto. ¿Te parece familiar?

    Y para encontrar una solución tendremos que alejarnos del clásico tratamiento con fármacos que tanto vemos en los cómics y las películas, ya que se ha comprobado es imposible curar al paciente con estos métodos. Ahora prepárate para conocer el verdadero tratamiento: la neurocirugía es la intervenciones médica más utilizada, sin embargo, esto podría traer consigo una nueva serie de problemas para el cerebro.

    Análisis a través de la psiquiatría

    Dentro de este campo de estudio una risa incontrolable forma parte de un grupo específico de enfermedades neurológicas conocidas también como parálisis bulbar y seudobulbar, esto conlleva un daño en las neuronas motoras inferiores del tallo cerebral; es causante principalmente del habla arrastrada y dificultades para masticar y tragar. Además podría dar muestras de debilidad progresiva en los músculos faciales y tener un rostro sin expresión.

    Por otra parte la risa patológica se ha registrado en casos de esquizofrenia, en ocasiones como respuesta a múltiples alucinaciones auditivas. Estos padecimientos han sido descritos por los mismos enfermos como si alguien les obligara a reír.

    Esto no es todo, la psiquiatría también ha encontrado esta crisis en personas con labilidad afectiva, esto provoca repentinos cambios en la expresión afectiva (de allí su nombre), pero ¿cómo podemos distinguir este diagnóstico? Es más sencillo de lo que aparenta, la persona pasará de la risa desmedida al llanto profundo y nuevamente a la risa, un ciclo que se relaciona en los enfermos con demencia multiinfarto.

    Ahora conoces el trasfondo médico que respalda al temible Joker, personaje que por cierto, llevó a Joaquin Phoenix a estudiar múltiples casos con estos padecimientos para encontrar el tono exacto en su interpretación como Arthur Fleck, así lo dijo el actor de 44 años a la revista italiana Il Venerdi: “Vi varios videos de gente que sufre de risa patológica, lo que es consecuencia de un desorden neurológico que los hace reír incontrolablemente.” ¿Estarías dispuesto a ver por horas a tantas personas con padecimientos mentales? Phoenix lo hizo y vaya que consiguió algo muy, muy especial.

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