No, no hablamos de la última versión millenial protagonizada por Chloe Grace Moretz, sino del terrorífico y poético filme de Brian De Palma (Los intocables) que inmortalizó a Piper Laurie como la madre fanática religiosa de Carrie, la chica más introvertida y menos popular del colegio, interpretada por Sissy Spacek. Carrie se une a estos filmes mainstream que se consideran de culto y han traspasado la barrera del entretenimiento que muchos filmes basados en novelas de Stephen King tienen. No sólo es acerca de una chica con telequinesis que se venga matando a media escuela por una burla estudiantil, sino que explora temas como la menstruación, el bullying, la violencia familiar, entre algunos otros. Un baile de graduación inolvidable que se encuentra entre las mejores secuencias de la historia del cine.