La vacuna, el cine y el periodismo que se avecina

De periodistas a productores

No es una banalidad el preferir hacer entrevistas presenciales que a través del teléfono o de una pantalla. La experiencia periodística nunca será la misma, ni del lado del entrevistado ni del entrevistador, ni del medio ni de los estudios. “Puede que sea discutible, pero yo creo que el tener al actor frente de ti, de manera presencial, te da más confianza para hacer una mejor entrevista”, agrega Reyna, quien también es director de nuevos negocios de las dichas estaciones de radio. “Yo creo que van a regresar para las grandes películas y van a hacer una selección igual de periodistas, se va a acotar también a quién quieres que viva la experiencia. Qué periodista o influencer quieres que replique esto”. 

Y es que opina que una buena cobertura no solamente son las entrevistas. Hay mucho más alrededor, mayormente apoyado por el uso de las redes sociales cuando se comparten las experiencias alrededor de estos eventos, que incluso se han adaptado para estos menesteres con photo calls, photo opportunities o experiencias imersivas. Desde ahí comienza una promoción muy valiosa para las películas o series. “Estas cosas que de repente hacen: Para Jurassic Park ir a Hawaii y conocer la locación, Kualoa Ranch, donde se filmó y que te hacían toda la experiencia. Esas cosas son cosas que no se pueden sustituir virtualmente”.

“Me imagino a Julia Roberts o estrellas así. Para ellos va a ser bien cómodo: Ella va a decir “prepárenme aquí en mi casa un set, les van a mandar un crew y se podrán conectar con todo el mundo”. Pero a los que no somos Julia Roberts, nos ha tocado comprar nuestro aro de luz, micrófonos y acondicionar un lugar para grabar que luzca decente dentro de la casa, preocuparse por la imagen propia y del medio. 

Por ejemplo, cuando Alejandro González Iñárritu anunció el reestreno de Amores perros remasterizada de manera remota, fue perdiendo iluminación conforme iba aterdeciendo en el lugar en el que estaba. Incluso tuvo que prender algunas lámparas dentro de aquella oficina. Esto, a alguien de su categoría, no le debería pasar y, estoy seguro, que la próxima será una mejor experiencia digital a cuadro. 

“¿Por qué Warner hizo que mi periodista se trasladara al evento de Tenet cuando nosotros estábamos “obligados” por empresa a quedarnos en casa? Porque el estudio también está cuidando su imagen. Se han dado cuenta que al estar en tu casa, muchos periodistas están mal vestidos, están ahí todos despeinados o el fondo se veo feo. Se ve la cocina atrás, no está padre”, ríe Armando. Así es que ya lo saben amigos, aunque su pijama de Ghosbusters y su colección de funkos en el librero son su adoración, quizá valga la pena cuidar más cómo aparecen en la transmisión.

Es entonces donde se presenta uno de los cambios más grandes para el periodismo desde casa y que no es del todo malo. El periodista, reportero o entrevistador ahora es también una especie de productor de sus contenidos. El que ese contenido sea de calidad, desde la imagen, sonido y velocidad del internet depende de uno. Nada más penoso que quedarse congelado con los ojos entrecerrados en medio de la charla. Es la responsabilidad del medio reducir el contraste con un evento presencial en donde todo está controlado, con buenas cámaras, gran iluminación, un buen sonido y ambientación acorde al tema. 

La vacuna lo reestablecerá todo, ¿cierto?

Por lo pronto, todo mundo parece estar de acuerdo en que los periodistas no regresarán a eventos presenciales en mucho tiempo. O no al menos hasta que haya una vacuna. Imaginemos, ¿qué estudio va a querer exponer a una celebridad al contagio cuando aún antes algunos te pedían no saludarlos de mano? ¿Quién querría ser host de un evento publicitario que se convierta en un brote? The Batman, Jurassic World: Dominion, Grey's Anatomy son megaproducciones que han tenido que parar por la sospecha o aparición de casos. Nadie querría tan siquiera considerar la reacción adversa de un evento en el que cientos de personas de los cinco continentes se están trasladando a un solo lugar, que sea foco de contagio por hacerlo precipitadamente y regresen a sus países con el virus.

Pero incluso, con las fronteras abiertas y la vacuna puesta esto no parece estar solucionado: “Ya no solamente vas a necesitar una visa para entrar a Estados Unidos, vas a necesitar un certificado de salud –preveé Reyna–. Eso va a estar muy cabrón, esa va a ser la nueva normalidad: te van a exigir casi casi que llegues con la prueba. Eso va a pasar, en algún momento va a pasar”. 

Bueno, primero crucemos los dedos para que una de las tantas vacunas en producción sí se apruebe. Luego en que sea distribuida a la población común tras su administración a los trabajadores de la salud y las personas vulnerables. En nuestro país ya se firmó un acuerdo para recibir más de 116 millones de dosis que, dicen, llegará hasta el primer trimestre del 2021. Si todo fuera espectacularmente bien, las cosas podrían comenzar a parecerse a lo que eran antes por ahí de marzo (un año después de que todo comenzó). Y bueno, así podríamos hacer entrevistas presenciales en la temporada de premiación. (Pero la neta suena a muy poco tiempo).