La desafiante ópera prima de Ainhoa Rodríguez ha llegado a México a través del FICUNAM 2021, en donde los cinéfilos que buscan nuevas apuestas de autor como Los plebes o ¿Qué harás cuando Dios muera? podrán encontrar en Destello bravío una historia onírica sobre mujeres mayores atrapadas en el tiempo y el anhelo de la belleza y la infancia, por esta razón conversamos con su directora para conocer cómo concibió esta producción y, por supuesto, cuáles fueron los mayores retos al trabajar en un poblado desolado donde la juventud se desvaneció con el paso del tiempo.
Las mujeres de una pequeña localidad rural, suspendida en el tiempo y azotada por la despoblación, viven entre la apatía de su día a día donde nada extraordinario ocurre y un profundo deseo de experiencias liberadoras que les hagan reencontrarse con el lugar donde fueron felices o soñaron serlo.
La cinta también explora caminos de realismo mágico y sin temor incluye por momentos cierto formato de documental; fue llegando por partes a la mente de Ainhoa, quien a través de una videollamada le contó a SensaCine México sobre el viaje que tuvo que hacer para desarrollar su ópera prima: "Me fui a vivir a un pequeños pueblo en el Suroeste español de Extremadura de Tierra de Barros que es el área donde no conocía a nadie; desde hace muchos años tenía ganas de hacer una película con actores naturales extremeños porque además es de donde yo procedo y son mis abuelos paternos y mi padre, entonces era una cosa de búsqueda de orígenes, de enraizamiento".
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Esta producción era más que su primera película, era también un reencuentro con el pasado de su familia en "un pueblo suspendido en el tiempo, menguante porque se está deshaciendo y que sus habitantes se aferran a las tradiciones milenarias como último resquicio de la vida que conocen". Entre los grandes retos a los que se enfrentó Ainhoa Rodríguez fue conformar el reparto de su película sólo con los habitantes originarios, especialmente mujeres de la tercera edad con las que trabajó para hacerse de su confianza.
"Monté un laboratorio de cine, mujer y miradas normativas con un grupo de mujeres que son precisamente las bravías, ellas me fueron introduciendo en el pueblo de casa en casa porque era muy importante que el pueblo me abriera sus puertas y confiara en mí".
La idea fundamental de la película cuando yo llegue allí era sobre el dolor por la pérdida de la infancia y de este universo onírico.
A diferencia de los métodos establecidos en la creación cinematográfica, Destello bravío no contaba con un libreto que le dictara las características de sus personajes principales, mucho de ello surgió bajo la improvisación, tomando todo lo que el poblado le ofreciera: "No había un guion que me exigiera determinada edad, en función de lo que me iba encontrando iba componiendo los personajes, muchos se interpretan a sí mismos, otros interpretan a sus vecinos".
Lo que está pasando en estos pueblos es que se están desapareciendo porque la gente joven se va para estudiar y trabajar fuera, no hay niños, es una población envejecida, entonces era lo que yo tenía delante.
Una de las temáticas que también es explorada en la cinta es el placer sexual de las mujeres mayores, lo que significó llevar a personas mayores a una entrega completa frente al lente de la cámara y exponer el anhelo de juventud que tenían sus personajes, con quienes podrían conectarse al vivir en un pueblo que permanece atrapado en el tiempo.
"La cuestión de placer sexual femenino es relevante tanto en la película como a nivel social porque lo que no sale en los medios no existe, por lo tanto las mujeres a partir de los 60 o 70 años si no se les ve en su faceta sexual, entonces no existe. Es una liberación poderosa. El trabajo que hicimos con ellas fue de a poco, primero establecimos un vínculo de confianza muy fuerte, yo bailaba y compartía muchas cosas con ellas, realmente estoy agradecida por la generosidad y entrega que mostraron..."
Ver a esas mujeres que no se atrevían ni siquiera a hablar en público o bailar en las fiestas de su pueblo con sus esposos y de repente esa entrega frente a la cámara, hubo una reivindicación de su parte.
Y del mismo modo que Ainhoa apostó por una historia repleta de pensamientos reflexivos sobre el tiempo y cómo éste trasciende dentro y fuera de un poblado, la película hace lo mismo con el trabajo el trabajo sonoro que abarca desde el suave viento de un atardecer hasta la experimentación con sonidos reales para enaltecer los sueños oníricos de sus personajes centrales.
El diseño sonoro va muy de la mano de la banda sonora porque en este caso es música que parece ruido y ruido que parece música.
"Lo que tenía muy claro era capturar los sonidos naturales del campo como aves, insectos, hierbas, viento y retorcerlos igual que un artesano lo hace con el barro y de este modo hacer que los propios sonidos naturales se confunden de tal manera que te pudieran hacer parecer otras cosas, inclusive pensar que en cualquier momento podría aparecer una nave espacial porque al final eso también te lo provocan los sueños".
'¿Qué harás cuando Dios muera?': La película que rompe tabús en el FICUNAM 2021Destello bravío forma parte del FICUNAM 2021 y podrás disfrutar de su función de manera completamente gratuita a través de Cinépolis Klic, misma que tiene como límite un total de 500 asistentes y estará disponible únicamente por 36 horas, por lo que deberás ajustar tu horario cinéfilo para conocer la ópera prima de Ainhoa Rodríguez, una cineasta vibrante que ha encontrado en el realismo mágico y el melancólico recuerdo de los sueños su estilo particular para narrar la vida de sus antepasados.