"Me tocó ser el traidor y me encantó. Paulie se convirtió en una leyenda de la película y a veces no puedo creer que soy yo, Johnny Martino de Brooklyn", declaró en entrevista para Sensacine México el histrión que festeja el 50 aniversario de El Padrino con una restauración del material original del cineasta Francis Ford Coppola.
Aunque había otros personajes que también fueron parte de la terrible traición hacia Vito Corleone, interpretado por Marlon Brando en la primera instalación de la franquicia, ninguno dejó una huella tan grande en el espectador como Paulie Gatto, el chofer de Corleone que fingió estar enfermo el día en que el atentado de muerte iba a ocurrir.
"Hay más traidores pero me tocó a mí pagarla con la vida", recuerdó Martino sobre esa icónica escena en la que Paulie muere dentro de un coche, con una pistola apuntándole directo a la cabeza desde el asiento trasero. A pesar de que la escena "vive sin pagar renta en nuestra cabeza", como decimos los millennials, Johnny Martino no recuerda haber sentido que El Padrino se convertiría en una de las cintas más aclamadas a nivel internacional.
"Nosotros sólo hacíamos nuestro trabajo, grabamos las escenas, luego se llevó todo a edición", explicó de manera muy honesta, "pero cuando asistí a la premiere, con todas esas celebridades y la ovación de pie al final, ahí fue cuando dije 'Dios mío, qué película tan poderosa'".
Nadie pudo haber predicho en lo que El Padrino se convertiría, ni Francis, ni siquiera Marlon Brando
A Johnny Martino le gusta decir que El Padrino, la película que nadie vio venir, se convirtió en una de las más grandes del séptimo arte, por encima de joyas cinematográficas que a él le gustan, protagonizadas por Humphrey Bogart. No obstante, el éxito no lo apabulla ni lo distrae de la fórmula que hizo triunfar a la película: la amistad.
"Cuando hicimos la película, realmente nos convertimos en amigos [él y el reparto entero de El Padrino]. Nos contábamos historias de nuestra vida y compartíamos el sentimiento de lo afortunados que éramos de estar en esa película…", confesó Martino.
Hasta el día de hoy somos buenos amigos, compartimos una admiración el uno por el otro. Vi a Pacino en el 25 aniversario y me dijo '¿Sabes qué, Johnny? Espero que se te reconozca más porque hiciste un trabajo increíble con Paulie, espero que un día estés aquí arriba conmigo'
La tradición es lo que mantiene vigente a El Padrino, de acuerdo a Johnny Martino. "Los que vieron la película en el 72, la pasaron a sus hijos, y ellos la mostraron a sus hijos después", detalló. La producción vive porque en pequeñas conversaciones se sigue hablando de Vito Corleone como un referente de la industria.
"Incluso mi hijo, que es un abogado de Estados Unidos y casi no le gusta mencionar que su padre estuvo en El Padrino, le ha dicho a jueces que soy Paulie Gatto": así se convierte en leyenda una cinta, con tremendo talento delante y detrás de cámaras y un empujoncito de los fanáticos.
