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    X-Men: Dark Phoenix
    Críticas
    1,5
    Mala
    X-Men: Dark Phoenix

    El fénix que nunca ascendió

    por Miguel Martínez

    Cuando Fox estrenó X-Men: Días del futuro pasado parecía haber corregido los errores de entregas anteriores, específicamente de X-Men: La batalla final. La exitosa forma de juntar dos universos y dos generaciones planteaba un panorama alentador para el universo mutante y los habitantes de la Mansión X. Después vinieron más éxitos de cintas individuales como Deadpool y Logan, sin embargo, el ánimo comenzó a decaer después del decepcionante resultado de X-Men: Apocalypse, una entrega que tenía altas expectativas debido a la inclusión de las nuevas caras que interpretarían a personajes icónicos de la franquicia como Jean Grey (Sophie Truner), Cíclope (Tye Sheridan) y Storm (Alexandra Shipp), además de la presencia de Apocalypse, uno de los personajes más poderosos de esta saga.

    La incertidumbre creció para la franquicia cuando se anunció que Dark Phoenix tendría un retraso en su estreno, además de volver al set para rodar por completo el tercer acto de la película; dos síntomas que nunca auguran buenos resultados para una producción, sumado al futuro incierto creado por la compra de Fox por parte de Disney.

    Dark Phoenix representa el cierre de la franquicia de superhéroes más longeva de la historia. En esta ocasión, los X-Men deben enfrentar a Jean Grey, uno de sus enemigos más poderosos cuyo poder se desata luego de absorber el impacto de una fuerza cósmica. Después de romper el núcleo familiar que une a los mutantes, estos deberán unirse para derrotar al fénix y salvar al mundo.

    El principal problema para X-Men Dark Phoenix es la concepción de la historia y la nula continuidad a lo que se había presentado en las últimas tres entregas de la saga. Dark Phoenix orilló a sus personajes a un conflicto que no tuvo ningún antecedente y que su pobre desarrollo no tiene sentido alguno. Esto deriva en un guión carente de coherencia, plagado de errores y donde el ritmo es inexistente; caso curioso es el que el director Simon Kinberg también sea el guionista. Vender a una Jean Grey que recién había tenido minutos en Apocalypse como el gran personaje fue otro gran error ya que su arco narrativo es pobre y genera poca empatía.

    Sumado a ello, la cinta dirigida por Simon Kinberg (productor de Los 4 Fantásticos) carece también de emotividad y momentos que impacten al espectador. La incoherencia de lo que sucede en pantalla llega a tal punto donde el objetivo de una de las secuencias de acción más trabajadas y que pretenden generar emoción es cruzar una calle (literal).

    Dark Phoenix será una decepción absoluta para los fans de los cómics ya que no respeta en absoluto el material original, además de que se toma libertades creativas que atentan contra la esencia de una de las historias más importantes del universo X-Men. Quizá los más rescatable sea la química entre Sophie Turner y Jessica Chastain aunque sean contados los minutos donde las vemos interactuar, además de la música creada por el experimentado Hans Zimmer. 

    X-Men se convirtió en una franquicia que perdió el rumbo y donde sus elementos principales lucen igual que hace 30 años dentro de su ficción, sin evolución alguna. Dark Phoenix representa también el adiós para un universo que nos acompañó durante 20 años y un cambio sustancial en la industria cinematográfica. Sin embargo, la despedida es triste, decepcionante y será recordada como aquella en la que el fénix nunca ascendió. La Mansión X cierra sus puertas (por ahora), pero es casi seguro que no pasará mucho tiempo para ver una nueva visión del universo mutante que ha sido esperado por millones de fans.

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