La directora francesa, Anne Fointaine, se ha caracterizado por contar retratos de mujeres en distintos contextos, ya sea basados en la vida real (como el caso de Las inocentes), o en novelas clásicas (como Adore, estelarizado por Naomi Watts y Robin Wright). Ahora sorprendentemente elige meterle mano al cuento de los hermanos Grimm: Blancanieves, y sacudirlo un poco, titulándolo Blanca como la nieve. El guion es propio de la cineasta, pero su intención de poner en el mapa contemporáneo este clásico parece ser más por capricho -y quizá intencional diversión- para hacer lucir a una de sus actrices fetiche: Lou de Laâge y a la incomparable Isabelle Huppert.
La premisa es sencilla, obvia y tiene como protagonista a la Princesa Claire (de Laâge), una joven atractiva que trabaja en el hotel de su fallecido padre. La envidia de su madrastra es incontrolable por varios motivos, por lo que la man
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