La cinta representa el debut en largometrajes de Alejandro Andrade, quien había dirigido varios documentales para televisión.
La cinta se presentó en el Festival de Cine de Roma, en 2017.
Parte de la inspiración de la historia proviene de la infancia del propio director y las visitas a la enorme casa de su abuela, también en Cuernavaca.
La cinta tuvo un presupuesto de 1.5 millones de dólares y fue producida por Pisito Trece Producciones, Cinema Maquina y Home Films, además de contar con el apoyo de Eficine.