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    One Night In Miami
    Críticas
    4,5
    Imprescindible
    One Night In Miami

    Un cambio llegará, sí, llegará

    por Miguel Martínez

    2020 será, sin duda, un año que jamás olvidaremos por múltiples razones. La primera, por supuesto, es la pandemia de COVID-19 que ha marcado una nueva normalidad que no se visualizaba ni de cerca cuando comenzó la década. Sin embargo, 2020 también será recordado por ser un año donde nació el movimiento nombrado Black Lives Matter debido al abuso de autoridad por parte de las fuerzas policiacas de Estados Unidos.

    Dicho movimiento fue arropado por distintas organizaciones y marcas de reconocimiento mundial como la NBA, Nike, Netflix, HBO y un largo etcétera que también incluye a decenas de personalidades de Hollywood. El racismo es un tema urgente no sólo para Estados Unidos sino para países como México, donde es más que necesario involucrarlo en la conversación cotidiana. A ello se suma One Night in Miami, la primera película de Regina King que forma parte del Festival Internacional de Cine de Toronto.

    La cinta nos traslada a la noche del 25 de febrero de 1964 cuando el deporte norteamericano vivió un suceso que permanece en los anaqueles de la historia: Cassius Clay venció, contra todo pronóstico, al favorito boxeador Sonny Liston y se convirtió en el nuevo campeón mundial de boxeo de pesos pesados. Mientras miles de fanáticos abarrotan las calles de Miami para celebrar, Clay debe refugiarse en un hotel en las afueras de la ciudad, debido a las leyes de segregación de Jim Crow. En el hotel, Cassius pasa la noche con sus amigos cercanos Sam Cooke, Jim Brown y Malcolm X. Durante esa noche estas leyendas debatirán y abrazaran su entorno político y social, uno donde el movimiento de igualdad comenzaba a tomar impulso y donde ellos, como figuras públicas e influencias, decidieron tomar partido y hacer algo al respecto.

    One Night in Miami está basada en una obra de teatro realizada por el neoyorquino Kemp Powers, quien también estuvo a cargo del guión de esta película que marca el inicio como directora de Regina King, una de las actrices más reconocidas en los últimos años que encontró en la televisión un nuevo reto para su carrera profesional en producciones como la infravalorada The Leftovers y la aclamada Watchmen, miniserie que le valió una nominación al Emmy 2020. King vuelve a involucrarse en una producción que generará un K.O. emocional en el espectador y lo llevará a cuestionar su entorno cotidiano.

    Mediante las voces de Malcolm X (Kingsley Ben-Adir), Sam Cooke (Leslie Odom Jr.), Jim Brown (Aldis Hodge) y Cassius Clay (Eli Goree), King genera un discurso reflexivo sobre la lucha contra el racismo sistémico que en ese momento existía en Miami. Sin embargo, no todo se limita a esa charla obligada ante la realidad actual, a través de un guión audaz y, por momentos, jocoso, la ganadora del Oscar realiza una introspección en los seres humanos que hay detrás de esas leyendas históricas del país yanquí. King desnuda a cada uno de sus personajes, expone sus debilidades y los miedos que atravesaron; una mirada íntima y certera alejada de los reflectores y las cámaras. Aunado a esto, One Night in Miami nos presenta también un choque necesario de ideologías entre un grupo de cuatro amigos que derivó en el nacimiento del llamado Black Power. 

    Sin buscar ser aleccionadora, One Night in Miami es un extraordinario y poderoso debut como directora de Regina King que podría hacer historia en el Oscar 2021 ya que podría ser la primera mujer afroamericana nominada a la categoría de Mejor director (sí, por increíble que parezca). Un trabajo cinematográfico que aporta un eslabón más a la conversación inmediata y obligatoria sobre el racismo en la sociedad actual. “A Change is Gonna Come” es la pieza musical con la que termina One Night in Miami, al igual que Sam Cooke, sabemos que un cambio llegará, de una u otra forma, pero llegará. 

     

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