Tuvo su premier mundial en el Festival de Cine de Locarno en agosto de 2019.
Fue ganadora del mejor documental en el Hamptons International Film Festival y en el Warsaw International Film Festival.
En la cinta se muestra un dato duro sobre la realidad de millones de filipinos. Alrededor de 10 millones de filipinos trabajan en el extranjero, cuyas remesas contribuyen con más de 30 mil millones a la economía del país, alrededor de una décima parte del PIB total. La película incluye la mención del presidente Duterte, notoriamente de línea dura de Filipinas, que aclama a las OFW (trabajadores filipinos en el extranjero) como héroes y heroínas, pero reflexiona sobre las circunstancias personales que sustentan esa retórica.