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Russell Crowe se convirtió en la peor pesadilla del diablo
por Uriel LinaresEl terror es uno de los géneros cinematográficos más queridos y rentables de toda la vida, no por cualquier cosa año con año tenemos películas con toda clase de presupuestos. Ahora Russell Crowe está de vuelta con El exorcista del Papa.
El cine de terror goza de un efecto muy peculiar que ningún otro género cinematográfico tiene: nos hace brincar de miedo, apretar cada músculo del cuerpo, incluso nos tapamos los ojos y la boca o estrujamos el brazo de nuestro acompañante justo antes de esa escena que, sabemos está por llegar y no podemos hacer absolutamente nada. Aunque suene como sufrimiento, realmente amamos esta sensación, por ello Russell Crowe acaba de alzar la mano con una nueva propuesta: El exorcista del Papa, película que está basada en las experiencias del Exorcista en Jefe del Vaticano, no es cualquier historia.
Screen Gems
Aunque no vamos a negar que muchas cintas de horror tienen un planteamiento interesante, pero a la mera hora se desinflan y terminan siendo el hazmerreír del momento, porque sí pasa. ¿Será que el actor ganador del Oscar por su trabajo en Gladiador como Maximus Decimus Meridius realmente encontró la fórmula para dejarnos boquiabiertos y con ganas de más entregas? Porque sagas de horror, son pocas las que a través de la historia del cine triunfan y siguen vigentes como Saw: Juego macabro, Actividad paranormal o Halloween.
Ahora, primero lo primero, la historia: en ella conocemos al Padre Gabriele Amorth, Exorcista Principal del Vaticano mientras investiga la terrorífica posesión de un niño que termina descubriendo una conspiración que hace siglos fue encubierta de manera desesperada por el Vaticano. Una historia que le dará un nuevo giro al género del terror, pues estamos ante el sacerdote que mayor cantidad de exorcismo registró en la historia de la Iglesia católica.
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Por supuesto el hecho de contar con el nombre de Russell Crowe, actor de cintas como Una mente brillante o The Cinderella Man, le da un caché a la producción porque al menos sabemos que el papel principal caerá en manos de un intérprete consolidado y esta no fue la excepción.
A lo largo de 1 hora con 43 minutos, el actor neozelandés da muestra de su experiencia y carisma para tomar cualquier papel, pues le basta con tener pocos minutos a cuadro para convencerte que Gabriele Amorth es un Padre diferente, casi un rockstar pues usa lentes de Sol, anda en moto, le contesta como quiere a sus superiores que buscan hacerle la vida imposible y no le tiene miedo a los demonios, ¡incluso les cuenta chistes para desesperarlos!
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Y no podemos dejar de lado que por la naturaleza de la película, Russell Crowe habla diferentes idiomas: inglés, italiano y latín, un toque que podría parecer básico, pero el actor lo hace de forma tan natural que jamás dudas sobre el dominio de estas lenguas por parte de su personaje principal; algo que a la postre ayuda a inmiscuir al espectador en la vida de Amorth, además de crear una conexión especial.
Ya que estamos hablando de actuaciones, haré especial mención la de Peter DeSouza-Feighoney, el pequeño que es poseído a lo largo de la historia. Vayamos por partes: el hecho de ser un niño de 12 años que coprotagoniza una cinta junto a Russell Crowe, ya es algo de denotar, no cualquiera.
Además demuestra por qué el director Julius Avery (Operación Overlord) eligió a Peter, pues logra transformarse a tal grado que -ayudado con maquillaje práctico y una pizca de efectos digitales- te pondrá la piel chinita y no dudarás que ese chamaco tiene algo demoníaco dentro. Sus gesticulaciones, corporalidad y mirada, todo juntos, fueron el kit ganador con el que DeSouza-Feighoney también logra sostener la película y jamás dudas de su compromiso.
Estamos en pleno 2023 y el CGI (imágenes generadas por computadora) están a la orden del día en muchos géneros y el horror no es la excepción, pero este no es un problema, pues lo que importa es la manera de aplicarlos y claro, el timing. En el caso de El exorcista del Papa, no sobrepasa la medida aceptable para no perder la atención y credibilidad; utiliza estos recursos tecnológicos para volver o más tenebroso el momento o darle el toque distintivo al villano en turno, pero no permea toda la historia ni se hace predecible, algo que sin duda se agradece.
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Hemos hablado de historia, actuaciones y efectos, pero ¿qué tal los famosos jumpscares? Esos momentos que forzadamente te obligan a pegar un brinco con apariciones abruptas de un rostro tenebroso o música en altos niveles, mega forzado. Aunque no lo creas, El exorcista del Papa no encontrarás este recurso, se nota que en primera: la historia tiene fundamentos en las autobiografías del antiguo exorcista en jefe del Vaticano, por lo que no hicieron falta; además alguien como Russell Crowe no requiere de trucos de producción para adentrar al público en la historia que protagoniza.
También me es importante aclarar algo: por supuesto estamos ante una película de fórmula, pues se retoman aspectos que ya hemos visto en otras producciones como el típico momento donde el demonio en turno pide que manden a un padre en específico, pues tienen un pasado por resolver. Además que el Vaticano siempre se niega en reconocer que hay demonios sueltos en el mundo y no falta el grupo de líderes que siempre ponen cara de fuchi al protagonista, pues se sienten superiores en todo aspecto; esto sin olvidarnos de la típica familia conformada por una madre buena onda, preocupada por el futuro de sus hijos, porque son mínimo dos y uno siempre es adolescente gruñón y cambia al final de la cinta.
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A pesar de esto último, El exorcista del Papa logra mantener una historia entretenida, porque no descubre el hilo negro, pero lo que plantea es resuelto de una forma en la que todos los fans del terror estarán picados de principio a fin, pues a lo largo de la película suena un soundtrack para amantes del rock con bandas como: The Cult, Mammoth, Janaé E. y Violent Femmes, así que además estarás moviendo tus piecitos por la música.
El exorcista del Papa ya se encuentra en cines de todo el país luego de su lanzamiento en plena Semana Santa, ¿acaso una indirecta a la Iglesia católica? Como sea, no olvides armar tu plan cinéfilo para ver esta cinta en salas de Cinépolis y Cinemex. Por supuesto podrás verla solo, pero te recomendamos hacerlo con un acompañante y así discutir los pros y contras al término de la proyección.
