El doctor Veysel lleva años luchando contra el sistema, pues para él la medicina no es un trabajo con el que se deba lucrar, por lo que en su hospital a los pacientes que atiende no les cobra nada ya que salvar su vida es lo más importante. Sólo que sus ideales no son compartidos por el resto y una vez que el hospital entra en quiebra, todo el personal renuncia ya que no les parece la poca o nula paga que reciben, así que Veysel se queda solo. El médico debe hacer algo al respecto si quiere salvar su hospital, pues en realidad no está dispuesto en dejar a su merced a los pacientes que acuden con él y que le tienen plena confianza, por lo que se le ocurre la idea idea contactar a sus ex alumnos. Veysel llama a cinco de sus antiguos alumnos y alumnas más brillantes y les explica la situación por la que está atravesando así que ellos se disponen a ayudarlo e intentar dar lo mejor de sí en lo que encuentran una solución a largo plazo para que el hospital siga en pie.