Ambientada en las soleadas Islas Baleares en España, la serie de White Lines aborda la historia de la desaparición de un legendario DJ de Manchester llamado Axl, de quien su cuerpo es encontrado 20 años después de verle por última vez en Ibiza, España. Su hermana Zoe (Laura Haddock) vuela hacia el lugar donde lo han encontrado para obtener respuestas e intentar averiguar el misterio sobre lo que le sucedió a su hermano, pero la investigación la obligará a enfrentarse a algunos de sus propios demonios personales. La serie cuenta la historia a través de un emocionante mundo de clubes de baile, mentiras y encubrimientos. Para complicar más las cosas, Zoe se ve obligada a tomar el asunto en sus propias manos ya que la policía no tocará un caso que llevaba enterrado más de dos décadas.