En la década de 1970 y 1980 cuando dio inicio el auge de la siembra de la amapola, varios hombres de Sinaloa se dispusieron a crear un negocio sumamente lucrativo gracias al poder de esta planta. Es por eso que un pequeño llamado Aurelio Casillas cree tener una oportunidad para cambiar su vida si se mete en este negocio manejado por Don Cleto, el patrón y criminal de su comunidad que es sumamente respetado y temido, pues se ha hecho de un buen dinero por sus intercambios ilícitos. Aurelio acude a él, pues su familia se encuentra rodeada por la violencia y falta de oportunidades, por lo que este niño quiere cambiar ese camino de la pobreza. Debido a que resulta ser bastante astuto e ingenioso, Aurelio se vuelve uno de los socios y compañeros más leales de Cleto, incluso pasa a ser su mano derecha y aprende un sin fin de cosas en todas las actividades donde día a día arriesga su vida. A pesar de los peligros que representa trabajar como narcotraficante, él no piensa cambiar de empleo, pues éste le ha dado todo lo que siempre soñó.