Binoche creció en el Loir-et-Cher, y luego se trasladó a París donde, junto a sus estudios, se dedicó a sus dos pasiones: la pintura y el teatro. Hizo su primera aparición en el cine en 1983, con el filme Liberty Belle. En 1985 actuó en varias cintas con una gran intensidad, lo que la impone como una de las actrices más prometedoras de su generación. En 1986, estaba a la par de Daniel Day-Lewis en La insoportable levedad del ser, su primera película fuera de Francia.
Después de dos películas en Inglés, 1993 marca una nueva etapa en la carrera de Juliette Binoche, pues es considerada por su trabajo en Tres colores: Azul, con un premio César a la mejor actriz en Venecia. Gracias a su composición de enfermera entregada en El Paciente Inglés, en 1997, ganó un Oso de Plata en Berlín y se convirtió, 37 años después de Simone Signoret, en la segunda francesa galardonado con un Oscar (en este caso, Mejor Actriz de reparto). En busca de personajes fuertes, se centra en películas de época como Le hussard sur le toit o Chocolat.
Juliette Binoche no descuida el cine de autor: trabaja en obras de los inquietantes Michael Haneke (Caché) y Abel Ferrara (Mary). Curiosa y apasionada, está involucrada en las películas que abordan temas políticos: Breaking and Entering, Algunos días de septiembre o El vuelo del globo rojo. Recientemente gusta de ponerse a las órdenes del cineasta Abbas Kiarostami como en Copia certificada o Shrin.