Sidney L. Poitier es un director, guionista, actor y diplomático norteamericano, nacido el 20 de febrero de 1927, en Miami, Florida. Hijo de Evelyn Outten y Reginald James Poitier, ambos bahameños y dueños de una granja en la isla de Cat, quienes emigraron a Miami para vender sus productos. Sidney creció en las Bahamas, aunque al nacer en los Estados Unidos tenía la ciudadanía estadounidense. Cuando tenía 15 años, se trasladó a Miami para vivir con su hermano y dos años más tarde, se mudó a la ciudad de Nueva York, donde trabajó como lavaplatos. Entró en el ejercito antes de integrarse al elenco del American Negro Theater, con quienes debutaría en Broadway, en 1946, con una versión de la obra Lysistrata, interpretada por actores afroamericanos. Su éxito se trasladaría al cine, donde debutó con la cinta No Way Out (1950), colocándose como uno de los actores de color más destacados y reconocidos de la época. Durante la década de los años 50 y 60, Sidney lograría fama internacional, participando en cintas como Semilla de maldad (1955), Fugitivos (1958), El paso de la muerte (1960), Los lirios del valle (1963), gracias a ésta última se hizo acreedor al premio Oscar como mejor actor, convirtiéndose así en el primer actor afroamericano de la historia en obtener el galardón.
Otras producciones de Poitier incluyen Estado de alarma (1965), Al maestro con cariño (1967), Al calor de la noche (1967), Adivina quién viene a cenar (1967), El hombre perdido (1969), entre varias más. A principios de los 70 se dedicó de lleno a la producción y, posteriormente, debitó como director con la cinta Buck and the Preacher (1972), a la que le siguieron Un cálido diciembre (1973), Uptown Saturday Night (1974), Dos tramposos con suerte (1975) y Hanky Panky (1982), entre otras.
En abril de 1997, fue nombrado Embajador de Bahamas en Japón, así como en la UNESCO. En 2002 fue galardonado por la Academia de Hollywood con un Óscar Honorífico.