Es una película de aventuras imperdible que estrenó en aquella etapa experimental de Disney y hoy un buen grupo de fanáticos reconocen que merecía más atención.
No importa la edad que tengas, seguro que recuerdas con cariño al menos una película de Disney desde clásicos inolvidables como El rey león, La Bella y la Bestia o Lilo y Stitch. Pero si eres de aquellas personas a quienes les encanta encontrar joyitas poco valoradas en la filmografía de la empresa recordarás que antes de que comparan Pixar (y nos entregaran la magnífica Toy Story), la empresa pasó por una etapa experimental donde dejaron atrás a las princesas e intentaron nuevas narrativas y estilos de animación.
En este periodo, comprendido entre 1999 y aproximadamente el 2008, surgieron historias que en su momento no recibieron el foco esperado pero el día de hoy los fans han rescatado por su originalidad. El planeta del tesoro y Tierra de osos son un par de ejemplos, pero para los amantes de lo desconocido y la aventura el día de hoy recordamos Atlantis: El imperio perdido.
Una aventura hacia las profundidades del océano
Hace 24 años los directores Kirk Wise y Gary Trousdale se animaron a llevar a la gran pantalla esta historia sobre un joven cartógrafo y lingüista que sueña con una sola cosa: partir en busca de la legendaria ciudad perdida de la Atlántida. Aunque Milo Thatch y su objetivo son ignorados por sus superiores un buen día es contactado por un misterioso millonario que le propone financiar todos sus proyectos.
Con un grupo bastante extravagante, conformado por personas con todo tipo de edades, personalidades y apariencias, Milo parte a las profundidades abismales del océano. Gigantescas cavernas llenas de peligros, antiguos templos perdidos y legendarias ciudades olvidadas le esperan a la agrupación recordando un poco a las novelas de Julio Verne y Los cazadores del Arca Perdida.
Aunque la animación es un poco más tosca que las películas a las que Disney había acostumbrado a sus seguidores con cintas anteriores Atlantis: el imperio perdido ofrece una experiencia visual única apoyada en su uso de las luces y efectos digitales. Además, su historia llena de mitología, magia y misticismo añaden un toque ideal para hacer volar la imaginación.
De estreno débil a joya infravalorada
Aunque la cinta del 2001 reunió unos 186 millones de dólares en taquilla mundial no alcanzó el estimado de recepción que Disney tenía pensando. Su contrincante de DreamWorks, Shrek, tuvo un desempeño mucho mejor superando los 400 millones y por lo tanto Atlantis fue considerada una cinta mucho menos popular para la audiencia.
Sin embargo, ahora a sus 24 años, la película ha sido rescatada como un "clásico perdido" que debió haber recibido más atención en su momento. "Podría ser la película animada más ambiciosa de Disney hasta la fecha"; "una de las mejores películas animadas hechas en la historia"; "es una película severamente subestimada, pero es divertida, interesante y da en el clavo en varios puntos importantes como los sueños, ambiciones y la codicia humana"; escriben los fans.
Ahora, rescatada del olvido, las personas que valoran a cada uno de sus personajes incluso han imaginado a su elenco ideal para hacer un live action poniendo a Tom Holland en el papel principal. Hasta que eso pase, puede volver a ver Atlantis: el imperio perdido una y otra vez en Disney+ para darle el reconocimiento que merece.