Muchos actores y actrices tuvieron papeles muy pequeños en cintas antes de ser grandes estrellas de Hollywood. Elijah Wood apareció en Volver al futuro II, Kristen Stewart en La habitación del pánico y Amy Adams en Atrápame si puedes, son sólo algunos ejemplos de la vida de estos actores previa a la fama. Un actor más que comenzó con un papel insignificante que ha sido prácticamente olvidado es Jean-Claude Van Damme, aunque gracias al internet, el mundo entero ha podido ser testigo del increíble inicio que tuvo sacándole fuego a la pista de baile.
El llamado "Músculos de Bruselas" no siempre tuvo oportunidad de demostrar sus habilidades de pelea en la gran pantalla, antes interpretó a personajes muy alejados de su imagen como experto en artes marciales. El debut de Van Damme ocurrió cuatro años antes de convertirse en el foco de atención en Contacto sangriento en 1988, película en la que dio vida a un hombre que busca ganar el Kumite, un torneo secreto e ilegal de kickboxing, para honrar a su maestro.
Es al inicio del largometraje musical estadounidense Breakin' de 1984, dirigido por Joel Silberg, en el que Van Damme aparece mostrando su dones para el baile. Aproximadamente a los 10 minutos de que comienza la película, es posible apreciar al actor belga al fondo, vistiendo una camiseta negra sin mangas en la zona de Venice Beach en California. El actor aparece aplaudiendo y moviendo las manos, mientras un grupo de jóvenes hace break dance en el centro de un grupo de baile.
Según información dada a conocer en diversos sitios de internet, Van Damme había intentado atraer al máximo la atención del espectador filmando esta secuencia, realizando saltos mortales y volteretas hacia atrás, aunque lamentablemente no lograron estar en la versión final. En ese momento, la futura estrella probablemente no lo sabía, pero unos años más tarde la suerte le sonreiría y comenzaría una larga carrera en Hollywood, que lo convertiría en un ícono de la industria.
Desde muy pequeño, el actor fue introducido por su padre a las artes marciales y en la adolescencia ganó varios campeonatos. Sus habilidades, especialmente su capacidad para lanzar una patada a la cabeza de un oponente mientras daba un giro, lo llevaron a protagonizar películas como Contacto sangriento, Cyborg: el guerrero, León: peleador sin ley, Doble impacto y Street Fighter (La última batalla). Los últimos papeles de Van Damme han sido prestando su voz en Minions: Nace un villano y en la cinta El último mercenario. Pase lo que pase, el mundo siempre recordará lo bien que Van Damme sabe moverse desde la década de los ochenta.