Después de ser elogiado por la crítica con Ya no estoy aquí, Fernando Frías vuelve a colaborar con Netflix y presenta No voy a pedirle a nadie que me crea, una adaptación de la exitosa novela de Juan Pablo Villalobos protagonizada por Dario Yazbek Bernal, la cual ya está disponible en la plataforma con críticas positivas debido a su humor negro y a sus situaciones hilarantes, sin embargo, ¿logra trasladar la brillantez de la obra original a la pantalla ? El director nos dio la respuesta.
La historia es la misma, Juan Pablo (Bernal) está a punto de dejar Guadalajara para estudiar un doctorado en la Pompeu Fabra de Barcelona, cuando su primo Lorenzo (Darío Rocas) le dice que quiere verlo porque tiene un proyecto de negocios muy importante. Cuando Juan Pablo acude al lugar, lo encuentra amarrado y amordazado. Es aquí cuando el estudiante de literatura se verá envuelto en una pesadilla donde la frase "No voy a pedirle a nadie que me crea" se vuelve una constante.
En los últimos meses, Netflix ha apostado por las adaptaciones literarias, lo vimos con La luz que no puedes ver y Temporada de huracanes, en las que los realizadores tienen que ingeniárselas para convertir las letras en un mundo tangible que el público acepta. "La adaptación es muy permisiva pero tienes que tener mucho cuidado, porque al final puede ser lo que quieras", explicó Frías en una entrevista para SensaCine Latam, quien tenía muy claro que era una novela con un exquisito lenguaje literario, que sería difícil igualar, pero encontró la solución.
Era el respeto a la sensación que te provocó el material y no tratar de meterlo en una fórmula propia del lenguaje al que lo estás adaptando
Indie Hoy
El director tuvo que encontrar la manera de representar todo lo que ocurría en los pasajes, pero sin caer en lo obvio, por lo que incluso recomienda verla dos veces para enriquecer la experiencia. "Yo quería que en esta película cuando la gente esté viendo se pregunte ¿qué chingados estoy viendo? Hay una porno, hay una pintura abstracta, luego un tipo haciendo unos videos con unos consoladores”
La película, en la que también participan Natalia Solián, Facu Díaz, Jelen Garcia y Alexis Ayala, presenta una historia enmarañada que puede caer en lo absurdo, y es precisamente lo que Frías buscaba lograr. "En el caso de Ya no estoy Aquí a mi me importaba que no se entendiera tanto que estaba pasando pero que si se sintiera lo que estaba viendo el espectador, es decir que la cuestión emocional fuera un paso adelante de la cuestión lógica (...) y en este caso el absurdo va un paso adelante de la cuestión lógica y racional". Podrás comprobarlo tu mismo con No voy a pedirle a nadie que me crea ya disponible en Netflix.
