Aunque hay excepciones como Terminator 2: El juicio final, Shrek 2 y Duna - Parte dos, en realidad, las secuelas no son siempre bien recibidas por el público. En general, las segundas entregas batallan para lograr el mismo impacto que sus predecesoras, siendo El Exorcista: Creyentes y Chicas pesadas 2 algunos ejemplos de lo importante que es saber cuándo no expandir una historia.
A pesar de que las probabilidades de que una secuela no triunfe en taquillas es bastante alta, algunos productores se arriesgan para dar continuidad a grandes películas. Batman & Robin, Sin City 2: una dama fatal y Zoolander 2 forman parte de las secuelas de cintas fantásticas terminaron decepcionando a los fanáticos y tuvieron un rendimiento decepcionante en taquilla a pesar de su potencial.
Si bien hay segundas partes que pasan la prueba, hay otras que definitivamente son tan malas que lo mejor es olvidarse de ellas. Así ocurrió con la secuela de una película que fue tan mala que su director quiso que quitaran su nombre de los carteles promocionales. Aunque la primera cinta fue todo un éxito, lo único que se podría decir de la continuación es que no debió de haber existido.
MUBI
Estrenada en 1986, Highlander, el último inmortal permitió al director australiano Russell Mulcahy adquirir fama internacional. La cinta vio a Christopher Lambert convertirse en un espadachín escocés que debía enfrentarse al último de sus oponentes: un bárbaro brutalmente asesino que ansía el legendario "Premio". Tras el éxito, una segunda parte llegó cuatro años después, sin embargo, resultó ser una inmensa decepción.
"Odiaba ese guión. Todos lo odiamos. Sean [Sean Connery], Chris y yo solo lo hicimos por dinero. Parece que lo escribió un niño de 13 años", contó Lambert en una entrevista. Highlander II fue un desastre tan grande que Mulcahy intentó que su nombre fuera eliminado de los créditos de la película, pero fue rechazado.
Daily Motion
Aunque Highlander II ganó solo 15 millones de dólares taquilla contra un presupuesto estimado en el doble, la franquicia seguiría viva y generaría dos secuelas más. El pobre desempeño de Highlander II se debió a su guión deficiente que no logró generar una narrativa satisfactoria ni que el público se sintiera emocionalmente vinculado a ella. En algunos sitios como Rotten Tomatoes, la cinta tiene un índice de aprobación del 0%
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