Stanley Kubrick es considerado como uno de los directores cuya filmografía es de 10, pues integra títulos como Barry Lyndon, Naranja mecánica y 2001: Una odisea en el espacio. Aunque la mayoría de sus largometrajes son considerados clásicos de la cinematografía, hay uno que sobresale entre los demás por pertenecer al género del horror: El resplandor.
A pesar de que millones de cinéfilos y algunos críticos aseguran que la versión de Kubrick de El resplandor es la mejor película de horror en la historia del cine, Stephen King ha compartido que la adaptación del cineasta neoyorquino fue fatal, luego de ver lo mucho que se desvió de la novela escrita por él. Sin embargo, el director reveló que él no considera que su largometraje sea el número uno en el género, sino una película franco-danesa que también tuvo su remake en Estados Unidos.
Esto fue revelado a través de una entrevista con Criterion Channel, donde el director George Sluizer comentó que tras conversar con Kubrick en una ocasión, éste le comentó que había sido fan de su cinta titulada Desaparecida. Luego de estrenarla en el Festival de Cine de Sydney, la cinta ganó el reconocimiento del público y los críticos, además de los elogios del realizador de Ojos bien cerrados.
“Vio la película y, para mi deleite, me dijo que era un gran admirador. Afirmó que la había visto al menos 10 veces”, comentó Sluizer, “Nos reunimos un día en Los Angeles y discutimos la película plano por plano. Me dijo ‘Esta es la película más aterradora que he visto en mi vida’, y dije ‘¿Has visto El resplandor?’, él respondió ‘En comparación con Desaparecida, El resplandor es cosa de niños y no da miedo en lo absoluto'”.
Argos Films
Titulada Spoorloos en su idioma original, esta película narra la historia de un hombre que busca obsesivamente a Saskia, su novia, tras desaparecer repentinamente. Tres años después del día de su pérdida conoce a Raymond, un hombre que asegura conocer lo que sucedió aquella trágica noche. Sluizer filmó una versión más de la cinta, pero protagonizada por Jeff Fridgers, Kiefer Sutherland y Sandra Bullock, aunque el final cambió para no escandalizar al mercado estadounidense.