Una de las producciones más extravagantes que hoy en día pueden encontrarse en Netflix es Zombiverso: Sangre fresca, una serie coreana que combina la acción desenfrenada de una invasión zombi con el absurdo de un reality show. A lo largo de sus 15 episodios distribuidos en dos temporadas, esta serie ofrece una mezcla inusual de terror, comedia y supervivencia en un escenario apocalíptico, donde los participantes deben adaptarse rápidamente a situaciones extremas mientras el caos se desata a su alrededor.
Con un enfoque que oscila entre lo satírico y lo emocionante, la producción logra mantener a la audiencia atenta con giros inesperados y desafíos cada vez más intensos. La historia comienza con un grupo de celebridades coreanas que participan en un supuesto programa de citas llamado Love Hunter. Todo parece transcurrir con normalidad hasta que una de las participantes, en lugar de besar a su pareja, lo muerde ferozmente, desencadenando el caos. Pronto descubren que un virus mortal se ha propagado por Seúl, convirtiendo a las personas en zombis, y deben luchar por su vida en medio del desastre.
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‘Zombiverso’ en Netflix: Cuando el apocalipsis se convierte en un reality show
Zombiverso: Sangre fresca adopta el formato de un reality show, con desafíos diarios en los que los concursantes deben conseguir suministros como agua, comida y transporte mientras evitan ser atacados por los muertos vivientes. A lo largo de la serie, los participantes exploran diferentes escenarios, desde un supermercado hasta una ciudad aparentemente segura que esconde oscuros secretos. La dinámica recuerda a películas como Estación zombie y Zom 100: Bucket List of the Dead, incorporando elementos clásicos del género como la sensibilidad de los zombis al sonido.
El equipo detrás de Estamos muertos, otro éxito de zombis en Netflix, se encargó del maquillaje y los efectos visuales, logrando un realismo inquietante. Los zombis están meticulosamente caracterizados, aunque en algunos momentos los extras rompen la inmersión al mirar directamente a la cámara. La producción utiliza una combinación de cámaras en mano, tomas aéreas y efectos visuales que dan la sensación de un videojuego, con indicadores sobre los zombis que solo el público puede ver.
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A mitad de la serie, el tono cambia de la comedia al suspenso. En el episodio cinco, por ejemplo, los supervivientes llegan a un pueblo que parece un refugio seguro, pero pronto descubren que hay amenazas aún más peligrosas que los zombis. Se introducen personajes siniestros y escenas de traición que recuerdan a The Walking Dead, aunque el desarrollo de la historia pierde ritmo en los episodios finales, con algunas escenas alargadas innecesariamente.
A pesar de sus altibajos, Zombiverso: Sangre fresca es una propuesta audaz dentro del género. Su enfoque de falso reality show aporta un toque novedoso, aunque su ejecución a veces se siente desordenada. Con una duración más ajustada, la serie podría haber sido más efectiva, pero aun así, es una opción entretenida para los amantes de los zombis que buscan algo diferente en Netflix.
