En plena era dorada de las adaptaciones de videojuegos, el cocreador de The Last of Us, Neil Druckmann, ha dejado claro que para que una adaptación funcione, los responsables deben amar profundamente el medio del que proviene la historia. “Las personas al mando deben ser gamers, deben amar esto”, aseguró Druckmann, quien ha vivido en carne propia los altibajos de llevar títulos icónicos a la pantalla. Su experiencia con Uncharted, que pasó por múltiples manos antes de concretarse en una versión exitosa, lo convenció de que la clave está en encontrar a alguien que lo valore tanto como él.
Druckmann, cabeza del estudio Naughty Dog y productor ejecutivo de la serie de HBO, recordó con humor una charla con el director Alex Garland, quien le confesó estar inspirado por The Last of Us: Part II. “Y yo le dije: ‘Amigo, ¡yo lo robé todo de 28 Days Later! ¿De qué estás hablando?’”, relató en una entrevista con IndieWire. Esta anécdota ilustra el círculo virtuoso de inspiración entre el cine, los videojuegos y las series, una relación que, según Druckmann, se ha intensificado en los últimos años.
La clave del éxito de ‘The Last of Us’: narrativas fuertes y pasión por el juego
El fenómeno de The Last of Us no sería posible sin el enfoque narrativo que siempre caracterizó a la saga. “Somos muy afortunados porque The Last of Us siempre ha sido una franquicia centrada en los personajes y la narrativa”, afirmó Halley Gross, coguionista del juego junto a Druckmann. Gracias a esta base sólida, la serie -protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey- no solo conquistó audiencias, sino que ya ha sido renovada para una tercera temporada, pese a que solo existen dos videojuegos principales.
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Craig Mazin, cocreador del programa junto a Druckmann, fue una apuesta inesperada: un guionista con experiencia en comedia (Mythic Quest) y dramas intensos (Chernobyl), que además lleva un tatuaje del videojuego original. “No soy el único que tiene un tatuaje de The Last of Us, pero este juego es una parte enorme de quienes somos muchos. Yo soy uno de esos fans”, declaró Mazin en la entrevista con IndieWire.
La conexión entre Druckmann y Mazin fue inmediata. “Estaba hablando de detalles tan pequeños que solo los fans más hardcore habrían notado. Él ve todo”, dijo Druckmann. Ese nivel de atención al detalle fue crucial cuando el proyecto creció entre la primera y la segunda temporada. Mazin lo resumió así: “El lienzo se hizo más grande, no porque lo necesitara, sino porque debía hacerse más grande”.
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Para Druckmann, trabajar con HBO también marcó una diferencia significativa. “Llevar el proyecto a un lugar como HBO, que respeta las historias y a los creadores, nos dio los recursos para tener estas ambiciones, especialmente en esta temporada, que es como una montaña rusa de locura. Así es como se debe hacer”, aseguró.
Finalmente, Druckmann subrayó el delicado equilibrio que toda adaptación debe mantener. “Si te acercas demasiado al material y no cambias nada, solo lo estás copiando y será una versión inferior. Si cambias demasiado, quizás tengas algo bueno, pero pierdes la esencia. Hay que encontrar ese punto medio. Eso es lo que hace que una adaptación sea realmente buena”, concluyó.
