La segunda temporada de The Last of Us ha regresado con fuerza, retomando la historia de Ellie (Bella Ramsey) tras los desgarradores eventos de la primera entrega. La aclamada serie de HBO, basada en el célebre videojuego de Naughty Dog, ha sumado nuevos rostros al elenco, como Kaitlyn Dever, Isabela Merced y Young Mazino, quienes se unen a Ramsey y Pedro Pascal en esta oscura continuación que explora aún más el dolor, la venganza y la pérdida en un mundo devastado por la infección del Cordyceps.
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Pedro Pascal ha sabido consolidarse como una de las figuras más importantes del entretenimiento actual. Además de su participación en The Last of Us, el actor chileno se prepara para encarnar a Reed Richards en la esperada película The Fantastic Four: First Steps del Universo Cinematográfico de Marvel. Su carisma, versatilidad y capacidad para asumir roles complejos lo han convertido en uno de los intérpretes más solicitados de la industria.
Sin embargo, antes de alcanzar la fama internacional, Pascal tuvo un papel inolvidable en otra producción de HBO: Game of Thrones. Allí interpretó a Oberyn Martell, también conocido como la Víbora Roja, un personaje carismático, provocador y experto en combate. Su breve pero impactante participación marcó a la audiencia, en especial por su trágico y brutal final a manos de Gregor Clegane, "La Montaña".
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Pedro Pascal revive la brutal escena de ‘Game of Thrones’ que aún lo persigue en sueños
La escena en la que Oberyn es asesinado se convirtió en una de las más comentadas y traumatizantes de toda la serie. Mientras intentaba obtener una confesión de su enemigo, Oberyn baja la guardia y es vencido de forma espeluznante: primero sus ojos y luego su cabeza son aplastados con las manos desnudas de Clegane. El impacto visual y emocional de ese momento ha perdurado en los fans y también en el propio Pascal.
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En una reciente entrevista con ComicBook, el actor reveló que aquella secuencia le causó más que un simple mal recuerdo. “Me dio pesadillas también”, confesó. “Recuerdo que cuando lo leí, era tan fanático del programa que las páginas del guion eran tan vívidas para mí como si estuviera viendo el episodio. Así que cuando llegué a esa parte, agradecí tener tiempo para asimilarlo, porque sabía que cuando se compartiera con el mundo, iba a ser traumático para todos. Sentí una especie de gratitud egoísta por poder protegerme de algo así”.
Estas palabras revelan cómo, incluso para los actores, el impacto emocional de una escena puede marcarlos por siempre. Para Pascal, formar parte de una serie como Game of Thrones fue un paso fundamental en su carrera, pero también una experiencia que lo enfrentó con los límites de lo que puede transmitir una actuación intensa. Afortunadamente, ese mismo compromiso emocional es lo que lo ha llevado a convertirse en una de las estrellas más queridas por el público actual.