Si hay algo que los Premios Oscar nos han enseñado es que, cuando se alinean el talento, la pasión y una gran historia, el resultado puede trascender el tiempo. Con actuaciones inolvidables como las de Cillian Murphy, Al Pacino y Meryl Streep, el mundo ha sido testigo de interpretaciones que no sólo ganan estatuillas, sino que se convierten en piezas fundamentales de la historia del cine. Lo mismo ocurre con cintas como Parásitos, La forma del agua o Todo en todas partes al mismo tiempo, que nos recuerdan que el séptimo arte aún tiene la capacidad de sorprendernos y conmovernos.
Pero entre tantas joyas premiadas, existe una que rompió todos los esquemas por su escala, su ambición narrativa y su impacto emocional. Esta obra no se contentó con contar una historia poderosa, sino que lo hizo con una producción tan colosal que literalmente movilizó a cientos de miles de personas para filmar una sola escena. Además, ganó ocho Premios de la Academia, y con una duración que supera las tres horas, es el plan perfecto para este fin de semana.
Prepárate para sumergirte en Gandhi, la monumental película de 1982 que sigue siendo uno de los logros más impresionantes de la historia del cine. Dirigida por Richard Attenborough y protagonizada magistralmente por Ben Kingsley, Gandhi relata la vida del líder espiritual y político Mahatma Gandhi, desde sus días como joven abogado en Sudáfrica hasta su papel crucial en la lucha pacífica por la independencia de la India.
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Aunque podría sonar como otra biopic más, Gandhi rompió con todos los moldes del género. Con un guion poderoso, actuaciones conmovedoras y una producción titánica, la película logró capturar el alma de una figura histórica compleja y profundamente humana, sin caer en el cliché ni en la idealización superficial. No por nada, la película recibió 11 nominaciones al Oscar y se llevó 8, incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor para Kingsley.
Una de las razones por las que Gandhi sigue siendo una leyenda del cine es su nivel de producción. Para filmar la escena del funeral del líder de India, el equipo reunió a más de 300 mil personas en una sola toma, un récord Guinness que permanece imbatible más de 40 años después. Esto fue a inicios del ochenta, cuando el CGI y los trucos digitales no eran el pan de cada día, lo que culminó en una escena de apenas dos minutos en pantalla que resume la magnitud del legado de Gandhi.
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Es cierto que la película dura más de tres horas y diez minutos, y es una experiencia intensa, pero también lo es Titanic, El irlandés y Oppenheimer, y eso no impide que las devoremos. En el caso de Gandhi, cada minuto está más que justificado por la profundidad de su narrativa, la fuerza visual de sus escenas y la relevancia histórica que transmite. Así que este fin de semana, date la oportunidad de ver una obra maestra que marcó un antes y un después en la historia del cine.
