Con el reciente éxito de Thunderbolts* y los primeros vistazos de Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos, el Universo Cinematográfico de Marvel parece estar recobrando el aliento tras una racha de tropiezos. Después de algunos baches, como The Marvels y Capitán América: Un nuevo mundo, por fin el UCM está dando señales de que el rumbo podría volver a emocionarnos como en los viejos tiempos cuando Thor, Iron Man y Hulk dominaban la gran pantalla.
Lo cierto es que Marvel no necesita más superhéroes nuevos, sino historias que nos hagan emocionarnos con lo que aparece la pantalla. Thunderbolts* ha ido justo por ahí, con una alineación de inadaptados con un tono más oscuro que muestra redención, traición y muchas escenas memorables. La euforia está por los cielos y los fans están más que listos para ver cómo Marvel recupera su brillo.

Pero como buen fandom, no todo es emoción y flores. La conversación actual también ha revivido esos momentos incómodos de la franquicia y uno de ellos es la infame calidad de efectos especiales que tuvo Black Widow. Específicamente, hablamos de esa escena en la que Florence Pugh protagoniza un momento dramático, cuyo impacto quedó arruinado por culpa de un CGI que no estuvo a la altura de las producciones de Marvel.

La escena ocurre en el clímax de Black Widow, cuando el personaje de Yelena Belova, decide sacrificarse para destruir la guarida flotante de la Sala Roja. Esta secuencia debió de haber sido épico, en medio del caos, con explosiones, lágrimas y cámara lenta, sin embargo, salió mal debido a que nadie de los espectadores podría creer lo que estaba viendo.
En cuanto Yelena realiza su sacrificio y detona la explosión, la escena se convierte en un desastre de efectos digitales cuestionables con movimientos poco convincentes, mala iluminación y caídas antinaturales que desafían la gravedad. El instante heroico de Yelena terminó convirtiéndose en un trago amargo para quienes esperaban con ansias la película de los orígenes de la heroína de los Avengers.

Los fans, por supuesto, no lo olvidaron. A casi tres años del estreno, la pregunta sigue flotando por ahí: "¿Cómo fue que Kevin Feige, el productor que supervisó 'Avengers: Endgame' e 'Infinity War', dejó pasar esto?". Porque una cosa es una escena de relleno y otra muy diferente es arruinar el punto más intenso del personaje que estaba destinado a tomar el legado de Black Widow.
Lo cierto es que Marvel ha tenido una relación complicada con los efectos visuales en los últimos años. Desde fondos verdes mal integrados hasta momentos con escenas sobrecargadas, hay un creciente llamado por parte de fans y críticos para que el estudio le dé más tiempo y respeto a sus equipos de postproducción.
