Durante las últimas décadas, Liam Neeson se ha consolidado como uno de los rostros más reconocibles del cine de acción. Desde que Búsqueda implacable lo convirtió en un símbolo de la venganza paterna, Neeson ha protagonizado una avalancha de filmes como The Grey, Non-Stop, Unknown, The Commuter y Cold Pursuit, trabajando con cineastas como Jaume Collet-Serra, Joe Carnahan o Pierre Morel.
Sin embargo, antes de convertirse en ese justiciero maduro, Neeson tuvo un recorrido actoral mucho más diverso. A lo largo de los años 80 y 90 trabajó en películas como La misión de Roland Joffé, Sospechoso junto a Cher y Dennis Quaid, High Spirits de Neil Jordan y Darkman de Sam Raimi. Su físico imponente y su intensidad dramática ya prometían mucho, pero su entrada formal al cine de acción ocurrió mucho antes de lo que muchos recuerdan: en una cinta de la legendaria saga Dirty Harry, protagonizada por Clint Eastwood.
Warner Bros.
El villano olvidado de Liam Neeson en una saga legendaria
The Dead Pool, la quinta y última entrega de la saga de Harry Callahan, fue el escenario en el que Neeson apareció por primera vez en un filme de acción. Dirigida por Buddy Van Horn, colaborador habitual de Eastwood, esta entrega se alejaba del tono áspero de la original de 1971 para abrazar un enfoque más desenfadado y excéntrico. Aunque muchos la consideran la más ligera de la saga, The Dead Pool destaca por la cantidad de futuros talentos que reunió, como Patricia Clarkson, Jim Carrey y Charles Martinet.
La trama giraba en torno a un juego macabro llamado “Dead Pool”, una apuesta secreta entre miembros de la industria del entretenimiento sobre qué celebridades morirían primero. Cuando el personaje de Carrey, el extravagante cantante Johnny Squares, aparece muerto tras un aparente consumo de drogas, Callahan se ve envuelto en una investigación que lo lleva hasta Peter Swann, un director de cine arrogante e inescrupuloso interpretado por Liam Neeson.
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Aunque el personaje de Neeson no participa directamente en escenas de acción física, su rol como sospechoso principal le permite lucirse con una interpretación exageradamente teatral y deliciosamente siniestra. Neeson, que ya contaba con experiencia en películas de fantasía como Excalibur o Krull, debutaba aquí en una cinta que combinaba disparos, persecuciones y hasta una memorable secuencia de acción en las calles de San Francisco.
Curiosamente, Liam Neeson ha interpretado villanos en contadas ocasiones. En The Dead Pool, su personaje de Swann es desagradable y manipulador, marcando una de las pocas veces en las que el actor encarna un antagonista. Años más tarde repetiría ese tipo de papel en títulos como Batman Begins, donde dio vida a Ra's al Ghul, o incluso en películas animadas como The Nut Job, donde prestó su voz a un mapache malvado. Pese a esto, su imagen pública se ha asociado más con líderes nobles o figuras de autoridad moral, como en La lista de Schindler o Las crónicas de Narnia.