Clint Eastwood es, sin duda, una de las figuras más icónicas del cine estadounidense. Su carrera como actor despegó con fuerza en los años 60 con películas como Por un puñado de dólares, El bueno, el malo y el feo y Harry el sucio, que lo posicionaron como el rostro del justiciero silencioso, rudo e implacable. Su estilo sobrio y presencia imponente lo convirtieron en una leyenda viviente de la pantalla grande, consolidando una imagen que fue replicada durante décadas en el cine posterior.
Pero no fue solo frente a la cámara donde Eastwood brilló. A partir de los años 90, su carrera como director lo llevó a ser reconocido por la crítica internacional con obras notables como Los imperdonables, Río místico, Million Dollar Baby y Gran Torino. Sus películas, cargadas de temas como la redención, la culpa y la justicia, han sido galardonadas con múltiples premios y siguen siendo referencias obligadas en el cine contemporáneo por su dirección sobria, narrativa contundente y personajes complejos.


Sin embargo, no todos comparten la misma admiración por Eastwood. En 2017, el fallecido actor Ray Liotta sorprendió al público al nombrar a Eastwood como el actor más sobrevalorado de las décadas de los 80 y 90. Durante una entrevista en el programa Watch What Happens Live with Andy Cohen, mientras jugaba al segmento Plead the Fifth junto a Jennifer Lopez, Liotta no dudó en responder sin rodeos: “¿Como actor? Clint Eastwood, probablemente”. Y al escuchar las reacciones del público, añadió sin tapujos: “¡No me importa en absoluto!”.
La declaración causó revuelo, no solo por el nombre mencionado, sino por la seguridad con la que Liotta expresó su opinión. Aunque Eastwood nunca respondió públicamente, el comentario dejó claro que Liotta no tenía interés en agradar ni en ser políticamente correcto. Afortunadamente, ambos nunca trabajaron juntos, aunque Liotta sí compartió créditos con Scott Eastwood, hijo del director, en el filme 1992: Noche sin ley.

“Sobrevalorado”: Ray Liotta disparó sin filtros contra Clint Eastwood
Liotta, fallecido en 2022, fue un actor con una trayectoria sólida y respetada en la industria del cine. Su papel más emblemático fue el de Henry Hill en Buenos muchachos, bajo la dirección de Martin Scorsese, una interpretación que lo catapultó como uno de los rostros más intensos del cine criminal. También destacó en filmes como Campo de sueños con Kevin Costner y Hannibal de Ridley Scott, demostrando su versatilidad actoral en géneros que iban desde el drama hasta el thriller psicológico.
Aunque solo trabajó una vez con Scorsese, la relación profesional y personal entre ambos fue estrecha. Tras su fallecimiento, el director de Taxi Driver y Toro salvaje lamentó profundamente no haber colaborado nuevamente con él. “Cuando vi a Ray como el abogado en Historia de un matrimonio, pensé que quería volver a trabajar con él, explorar esa gravedad en su presencia... Lamento no haberlo hecho”, confesó el director en un emotivo texto publicado en The Guardian.
