Hay actores que son sumamente opuestos, que se pensaría que nunca estarían juntos en un mismo proyecto, como Al Pacino y Robin Williams. El originario de Nueva York se volvió una leyenda viviente con personajes oscuros, como en la trilogía de El Padrino, y después como líder del crimen en Caracortada, . Por otro lado, con su personajes carismáticos y dulces, Williams tocó los corazones con papeles como el médico Patch Adams, el inolvidable Señor Williams de La Sociedad de los Poetas Muertos, y hasta la niñera más icónica del cine en Papá por siempre. Sin embargo, alguna vez, las dos estrella se unieron para contar una historia de crimen, suspenso y dilemas morales.
Y aunque cualquiera pensaría que la cosa no se podría poner mejor, llegó Christopher Nolan para ponerse detrás de las cámaras y dirigir un relato épico e inolvidable. El mismo cineasta que le voló la cabeza a todos con El origen, que llenó de dudas existenciales a los espectadores con Interestelar y que ganó el Oscar a Mejor película con Oppenheimer, formó parte del trío talentoso en compañía de Pacino y Williams para dar lugar a una joya cinematográfica que pocos conocen pero vale absolutamente cada segundo de ella.
La película en cuestión es Insomnia, se estrenó en 2002 y, a pesar de tener ese elenco de lujo, sigue siendo una de las cintas más subestimadas del director británico, en comparación con otras más famosas como El caballero de la noche y Dunkerque. Esta cinta no tiene viajes en el tiempo ni sueños dentro de sueños, pero aún así logra mantener niveles de intensidad sin precedente, como si estuvieras atrapado dentro de la misma película, todo acompañado de las actuaciones espectaculares de Al Pacino y Robin Williams.
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Todo comienza cuando el veterano detective de la policía Will Dormer, quien dispara accidentalmente a su propio compañero mientras intenta detener al sospechoso del asesinato de una adolescente de 17 años en un pequeño pueblo de Alaska. En lugar de admitir su culpa, el detective recibe una coartada inesperada, pero esta "solución" solo multiplica la complejidad de su emociones y la culpa que siente por la muerte de su compañero.
Atormentado de haberle quitado la vida a su amigo, la situación se pone peor con las constantes llamadas nocturnas que el asesino hace para chantajearlo y hacerle ver que tienen mucho en común. Pronto, el detective comienza a sufrir ataques de insomnio que perjudican su rendimiento en la investigación. Para lograr deshacerse de su malestar, Will Dormer debe resolver el crimen y su propio error entre la falta de sueño, alucinaciones y atormentado por un pasado y una investigación que cuestiona todo.
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Algo fuera de serie es ver la interpretación de Williams como Walter Finch, quien se sale del personaje risueño y entrañable al que todos están acostumbrados, para transformarse con un papel frío y perturbador. Todo se va cocinando a fuego lento: las decisiones de Dormer, las manipulaciones de Finch, la presión del caso y el insomnio real que descompone la percepción del protagonista y del espectador al mismo tiempo. Insomnia es la cinta perfecta para este fin de semana.
