En Netflix: Samuel L. Jackson brilla en un intenso drama deportivo que debes ver si crees en las segundas oportunidades
Luis Fernando Galván
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

El cine sobre baloncesto ha regalado historias de superación que trascienden la cancha. En Netflix, un poderoso drama con Samuel L. Jackson revive la inspiradora historia de un entrenador que desafió las reglas para cambiar la vida de sus jugadores.

Desde propuestas fantásticas como Space Jam, donde Michael Jordan compartió escena con Bill Murray y los Looney Tunes, hasta historias más realistas como Garra, con Adam Sandler descubriendo talentos ocultos en la NBA, el cine ha narrado divertidas historias que muestran que el baloncesto es más que un juego: es un escenario para la superación personal.

También hay filmes que exploran la dimensión emocional y el poder transformador del deporte, como El camino de regreso, donde Ben Affleck interpreta a un entrenador marcado por sus propias caídas, o Somos campeones, de Javier Fesser, que muestra cómo el trabajo en equipo y la empatía cambian vidas. En este panorama se ubica Juego de honor, disponible en Netflix, un relato que combina la intensidad del basquetbol con una lección de disciplina y resiliencia.

Juego de honor
Juego de honor
Fecha de estreno 8 de abril de 2005 | 2h 17min
Dirigida por Thomas Carter
Con Robert Ri'chard, Rick Gonzalez, Nana Gbewonyo
Medios
3,0
Usuarios
2,9
Streaming

Samuel L. Jackson y el papel que redefine el significado de ser entrenador

Estrenada en 2005 y basada en hechos reales, Juego de honor sigue a Ken Carter, interpretado por Samuel L. Jackson, un exjugador que regresa a su antigua secundaria, Richmond High, para asumir como entrenador del equipo de baloncesto. Su enfoque va más allá de la cancha; Carter exige que sus jugadores mantengan un promedio académico sólido y firmen un contrato que prioriza el estudio sobre los triunfos deportivos.

Paramount Pictures

El conflicto central surge cuando los jóvenes incumplen el acuerdo y, pese a mantener un récord invicto, el entrenador decide cerrar el gimnasio y cancelar los partidos hasta que mejoren sus calificaciones. Esta decisión genera controversia entre los padres, la comunidad y la directiva de la escuela, que valoran más las victorias deportivas que la educación de los estudiantes.

La actuación de Samuel L. Jackson es el corazón de la película. Su interpretación equilibra la dureza del entrenador con una profunda humanidad, mostrando a un hombre dispuesto a enfrentarse al sistema para ofrecerles a sus alumnos un futuro mejor. Su presencia en pantalla convierte a Carter en un mentor inolvidable, capaz de inspirar tanto a su equipo como al espectador.

Paramount Pictures

Más allá de los clichés habituales del cine deportivo, Juego de honor se distingue por su mensaje educativo. Es un recordatorio de que el éxito real no se mide solo en puntos anotados, sino en las oportunidades de vida que se abren cuando se fomenta la responsabilidad y el esfuerzo académico. La película, que también cuenta con un joven Channing Tatum, logra conectar con cualquier espectador que valore la superación personal.

facebook Tweet
Te puede interesar