Después del lanzamiento de La hora de la desaparición y con la llegada de Haz que regrese el próximo viernes, los fanáticos del horror han tenido una gran ola de estrenos para ver en la pantalla grande. Sin embargo, una de las cintas más platicadas en las últimas semanas es la dirigida por Ben Leonberg, cuyo estreno el pasado marzo en el festival de cine SXSW sorprendió a los asistentes con una historia significativamente distinta a las presentadas en años.
Con Shane Jensen como protagonista, esta película de horror sobrenatural apenas dura una hora 12 minutos y ya tiene a miles de espectadores esperando su estreno en cines el próximo 3 de octubre. Curiosamente, lo más atractivo de su realización es que acompañando al actor principal, uno de los personajes centrales es un perro al que nombraron Indy, y además es mascota del propio cineasta.
Titulado Good Boy, el largometraje sigue la historia de Todd (Jensen), un hombre que tras la pérdida de un familiar, se muda junto a su perrito a una casa de campo que alguna vez le perteneció a su abuelo (Larry Fessenden). A pesar de los rumores de estar embrujada, Todd los ignora y decide habitar el hogar, pero Indy comienza a ser testigo de presencias sobrenaturales en todo el inmueble que su humano no percibe.
Independent Film Company
Al no poder comunicarle a su dueño todo lo que ve, Indy decide enfrentarse a las fuerzas malignas él solo, pero conforme avanza el nivel de amenaza, la lealtad de los perros se pone a prueba en un desesperado intento por proteger a su compañero humano. De acuerdo con datos de IMDb, el director reveló que fue su propio el perro el que actuó como Indy en la cinta, por lo que el rodaje tomó 400 días, filmados en un total de tres años debido a las complicaciones de dirigir a un animal frente a las cámaras.
Independent Film Company
Todas las escenas son filmadas desde el punto de vista de Indy, diferenciándola de otras cintas de horror tal como Cujo e historias de horror en la que aparecen distintos animales. Lamentablemente, aún no tiene fecha de llegada a salas mexicanas, pero luego de su proyección en SXSW, la cinta alcanzó 95 por ciento de aprobación en Rotten Tomatoes.