El streaming se encuentra en lo que podría ser descrito como la "era dorada de las miniseries", y no es casualidad. Hay algo muy satisfactorio en saber que puedes engancharte con una historia intensa, bien escrita y cargada de emoción, sin la necesidad de invertir medio año de tu vida para terminarla. Netflix lo entendió perfectamente, y por eso ha apostado con todo por este formato, con éxitos como Bebé reno, Adolescencia, Inventando a Anna y Los secretos que ocultamos.
Pero algo mágico sucede cuando una miniserie no solo te atrapa con una trama única sino que, cuando además está basada en hechos reales, el interés se multiplica. Lo cierto es saber que todo lo que estás viendo en pantalla, por más loco, oscuro o desconcertante que parezca, tiene origen en la vida real, le da ese toque extra que a todos les encanta. Y si encima de eso, una ganadora del Oscar está involucrada, pues ya la cosa se vuelve aún mejor, con la garantía que estás frente a contenido de primer nivel.
La serie en cuestión es nada más y nada menos que Alias Grace. Esta producción tiene sólo seis episodios, pero cada uno es tan intenso que vas a querer verlos todos en una sola sentada. Alias Grace está inspirada en una historia real ocurrida en el siglo XIX y adaptada de la novela de Margaret Atwood, la misma autora de El cuento de la criada. Y por si eso no fuera suficiente para atraparte, todo fue escrito por Sarah Polley, quien ganó el Oscar por Mejor guion adaptado gracias a su trabajo en Ellas hablan.
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La historia se enfoca en Grace, una joven irlandesa de 16 años que fue condenada por el asesinato de su amo, Thomas Kinnear, y la amante de este, Nancy Montgomery. Situada en 1843 en Upper, Canadá, la trama comienza con las sesiones de la joven con el doctor Simon Jordan, quien ha sido asignado por el pueblo para determinar si la asesina debería abandonar la prisión o no.
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Durante los seis episodios, conoceremos a detalle los abrumadores acontecimientos que llevaron a Grace a cometer los asesinatos, y entendiendo su propia condición como mujer. Esta no es una historia más de crimen y castigo, sino todo un viaje psicológico lleno de dudas, testimonios contradictorios y momentos donde uno ya no sabe a quién creerle.
Teniendo una trayectoria aclamada, Sarah Polley logró una adaptación que se siente revelante y actual aunque esté ambientada en el siglo XIX. Hay una crítica social poderosa detrás de toda la historia: el rol de la mujer en una sociedad rígida, el peso de las clases sociales, la fragilidad de la justicia y cómo la percepción puede cambiar todo. Si Ellas hablan te pareció un retrato brutal de la era contemporánea, en Alias Grace verás ese mismo toque, pero con un giro de suspenso histórico.