Bring Her Back es una película de terror sobrenatural australiana dirigida por los hermanos Danny y Michael Philippou, quienes se hicieron famosos con Talk to Me. La historia combina horror, drama familiar y elementos de lo oculto, explorando cómo el dolor y la desesperación pueden llevar a decisiones extremas contra nuestros seres queridos. La trama gira en torno a Andy y Piper, dos hermanos que pierden a su padre y terminan bajo el cuidado de Laura, una mujer marcada por la muerte de su hija.
Desde el principio, la película establece un ambiente inquietante en el que Andy, el hermano mayor, es un joven protector que intenta cuidar de Piper, su hermana más vulnerable. Piper es curiosa, sensible y en ciertos momentos limitada por su visión del mundo, lo que la hace más dependiente de los adultos que la rodean. Laura, en contraste, es compleja: su amor por Cathy, su hija fallecida, la lleva a cruzar límites morales y éticos para intentar traerla de vuelta a la vida. Y es precisamente en esta desesperación lo que da inicio al conflicto central de la película donde un ritual oculto que involucra a un niño llamado Oliver se sale de control.
Sony Pictures Releasing International
El complejo personaje de Jonar Wren Phillips
Oliver es presentado como un niño aparentemente común, pero a medida que avanza la historia se convierte en el vehículo de una presencia sobrenatural. Así la película juega con la ambigüedad de esta entidad, que si bien nunca queda completamente claro si se trata de un demonio, un espíritu maligno o incluso un ser angelical, esta incertidumbre genera una gran tensión a la trama.
Y es que dado que cada acción de Oliver puede interpretarse como buena o mala, dependiendo de la perspectiva del espectador, el niño se debate entre su propia voluntad y la influencia de la entidad, lo que provoca situaciones de miedo, ansiedad y desconcierto.
Además, uno de los elementos más potentes de Bring Her Back es cómo una madre aborda el duelo y la pérdida al mostrarnos a Laura encarnando la incapacidad de dejar ir a un ser querido, mostrando hasta dónde puede llegar el dolor cuando se convierte en obsesión.
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Lo más destacado en la producción de 'Bring Her Back'
En cuanto al estilo de la película, los Philippou crean una atmósfera intensa y opresiva que utiliza sombras, luces y espacios cerrados para transmitir claustrofobia y miedo a los espectadores. Además, la música y los efectos de sonido acompañan cada escena de manera que nos hace sentir atrapado en la experiencia de los personajes. Por otra parte, las actuaciones como las de Sally Hawkins -que interpreta a Laura con una mezcla de vulnerabilidad, obsesión y determinación- hace creíble su lucha contra el dolor y su inmersión en lo sobrenatural.
Otro punto importante es cómo Bring Her Back mezcla elementos de terror psicológico con posesión y rituales ocultos, haciendo que cada momento de miedo está ligado al desarrollo de la trama y al conflicto emocional de los personajes. La posesión de Oliver funciona como una profunda metáfora de cómo el dolor y la obsesión de un adulto pueden invadir y afectar a los demás, convirtiendo a la película en una experiencia compleja, que no solo busca dar miedo, sino también hacernos reflexionar sobre la pérdida, el control y los límites del amor. No te la pierdas solo en cines.