En la televisión hay papeles que no sólo definen a un actor, sino que lo marcan para siempre. Pasa pocas veces, pero cuando ocurre, se convierte en parte de la cultura popular. Basta con pensar en Steve Carell como Michael Scott en The Office, Bryan Cranston dando vida a Walter White en Breaking Bad o Kit Harington encarnando a Jon Snow en Game of Thrones. Ninguno de ellos volvió a ser el mismo después de esos personajes, porque el público siempre los recordará con ese papel que los convirtió en leyenda.
En ese mismo grupo entra Bob Odenkirk. Aunque durante años fue conocido como guionista, comediante o actor de reparto, su vida cambió por completo al ponerse el traje estrafalario y la corbata de un abogado nada convencional. Ese personaje, que apareció primero en Breaking Bad, terminó siendo el rol más importante de su carrera. Y, lo más interesante, es que incluso 10 años después, el actor sigue agradecido de haberlo interpretado.
EL NACIMIENTO DE UN ÍCONO DE LA TELEVISIÓN
Hablamos, por supuesto, de Better Call Saul, la serie que nació como un spin-off y que terminó siendo considerada por muchos como incluso mejor que su predecesora. La historia de Odenkirk como Saul Goodman es curiosa. Originalmente, los creadores de Breaking Bad pensaron en él para unos cuantos episodios. La idea era que el abogado fuera un alivio cómico que ayudara a Walter White y Jesse Pinkman a salir de problemas legales. Sin embargo, su actuación fue tan sólida y carismática que los guionistas no pudieron dejarlo ir.
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Lo que empezó como un personaje secundario terminó por robarse varias escenas memorables de la serie, al punto de que, cuando Breaking Bad llegó a su fin, Vince Gilligan y Peter Gould decidieron que Saul merecía su propia historia. Así nació Better Call Saul en 2015, que funcionó tanto como precuela como una serie independiente.
EL AGRADECIMIENTO DE ODENKIRK
Diez años después de su debut como protagonista, Odenkirk no deja de reconocer lo mucho que significó este papel para él. "No he hecho nada para merecer diálogos como estos. Es un drama increíble, muy entretenido, un personaje genial, con mucha energía y, sobre todo, mucha locura", dijo en una entrevista. Con esa frase, resumió el nivel de calidad del guion y la profundidad de un personaje que lo llevó al límite en lo emocional y lo profesional.
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El actor confesó que se siente particularmente afortunado porque antes de Saul, la mayoría de sus papeles eran secundarios, y muchas veces estaba encasillado en comedia. De repente, interpretar a Jimmy McGill se convirtió en "el mayor reto de su carrera". Y no es para menos: el arco narrativo del personaje fue de la comedia ligera al drama más doloroso, con momentos en los que el espectador no sabía si reír o llorar.
RECONOCIMIENTO Y LEGADOS
Durante sus años de emisión, la serie recibió múltiples nominaciones a los Emmy, y aunque nunca se llevó el premio principal, consolidó a Odenkirk como un actor dramático de primer nivel. También abrió la puerta para que explorara otros géneros, como el cine de acción en Nobody, donde sorprendió con un giro completamente diferente a lo que había hecho antes.
Para Bob Odenkirk, haber interpretado a Jimmy McGill/Saul Goodman no solo cambió su carrera, también cambió su vida. Y lo mejor es que, lejos de presumirlo, lo vive con humildad: sigue agradecido por cada línea de guion, por cada escena y por cada oportunidad que le dio un personaje que, según él mismo dice, no creía merecer.
