La saga de El Conjuro se ha convertido en uno de los universos más exitosos del cine de terror contemporáneo. Desde el estreno de la primera entrega dirigida por James Wan en 2013, las historias inspiradas en los archivos paranormales de Ed y Lorraine Warren han fascinado a millones de espectadores. El Conjuro 2, El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo y ahora El Conjuro 4: Últimos ritos han consolidado una fórmula de horror sobrenatural que combina casas embrujadas, demonios y presencias malignas con una atmósfera inquietante y siempre efectiva en taquilla.
Este universo no se ha limitado a sus filmes centrales. De él han surgido dos franquicias derivadas que ampliaron el mito: Annabelle, con tres películas centradas en la muñeca poseída, y La Monja, que exploró los orígenes de Valak, uno de los demonios más aterradores del cine reciente. Entre todos los títulos, la saga ha recaudado más de dos mil millones de dólares, confirmando que el público sigue buscando este tipo de terror sobrenatural que mezcla lo religioso con lo oculto.
Una serie breve, intensa y perfecta para fans de ‘El Conjuro’
Para quienes quedaron con ganas de más tras la última entrega que continúa en las salas de Cinépolis y Cinemex, Netflix ofrece una joya oscura que puede funcionar como el complemento perfecto: la serie francesa Marianne. Compuesta por 8 episodios, esta producción recupera los elementos clásicos del horror sobrenatural y los combina con un tono perverso y perturbador que resulta difícil de olvidar.
Netflix
La historia sigue a Emma Larsimon, una novelista de gran éxito que decide cerrar la saga de terror que la hizo famosa: los libros sobre una bruja llamada Marianne. Lo que parecía un simple giro creativo pronto se convierte en una pesadilla cuando los horrores de su ficción comienzan a invadir su vida real, desdibujando las fronteras entre la imaginación y lo sobrenatural.
El detonante ocurre tras un encuentro inquietante con Caroline, una amiga de la infancia que, en un acto desesperado y macabro, anuncia la amenaza de Marianne y termina suicidándose en público. A partir de ese momento, Emma debe regresar a su pueblo natal para enfrentarse a un pasado marcado por secretos, pactos y culpas que se relacionan directamente con la bruja que creó en sus novelas.
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La maldición de ‘Marianne’: una protagonista atrapada entre ficción y realidad
Uno de los personajes más perturbadores es la señora Daugeron, interpretada magistralmente por Mireille Herbstmeyer. Admiradora obsesiva de las novelas de Emma, la mujer parece estar poseída por la propia Marianne, lo que desencadena escenas grotescas y llenas de tensión, que incluyen bolsas ensangrentadas con dientes y cabellos, rituales de magia negra y una atmósfera asfixiante que no da respiro.
La serie destaca por la construcción de un clima en el que lo macabro convive con ciertos destellos de humor negro. La relación entre Emma y su asistente Camille aporta dinamismo, mientras que la puesta en escena juega constantemente con la oscuridad, los silencios y los sustos inesperados. Marianne se permite ironizar sobre los clichés del género, pero al mismo tiempo ofrece imágenes tan potentes que resultan imposibles de borrar de la mente, condensando así una historia de brujería, demonios y posesiones que respira el mismo aire de terror sobrenatural de El Conjuro, pero con un sello europeo más crudo y provocador.