El universo digital de Tron está listo para regresar a las salas de Cinépolis y Cinemex con una nueva entrega que promete expandir su mitología como nunca antes. Con Tron: Ares, Disney busca revivir una de las sagas más ambiciosas del cine de ciencia ficción, un mundo que desde 1982 ha fascinado a generaciones por su estética visual, su lenguaje propio y su capacidad para imaginar una realidad dentro de las máquinas.
A lo largo de más de cuatro décadas, la franquicia ha evolucionado más allá del cine, con series animadas, videojuegos y cómics que han contribuido a enriquecer su vasto universo narrativo. Pero antes de sumergirnos en la nueva película protagonizada por Jared Leto, vale la pena repasar cómo comenzó todo, quiénes fueron sus héroes y qué acontecimientos marcaron el destino de “la Red”, ese espacio virtual donde los programas cobran vida y los humanos pueden convertirse en parte del sistema.
Walt Disney Pictures
La evolución de ‘Tron’: del arcade a la inteligencia artificial
Todo comenzó en 1982, cuando el visionario Kevin Flynn, interpretado por Jeff Bridges, fue absorbido por accidente dentro del sistema informático de Encom, la empresa tecnológica para la que trabajaba. Dentro de ese entorno digital, conocido como The Grid, Flynn descubrió que los programas adoptaban forma humana y podían interactuar entre sí, regidos por sus propios códigos y leyes. Lo que parecía un juego se convirtió en una batalla por la libertad frente al opresivo Master Control Program (MCP).
Ayudado por Tron, un programa de seguridad diseñado para proteger la Red, Flynn logró derrotar al MCP y restaurar el equilibrio digital. El triunfo lo llevó de vuelta al mundo real, donde fue reconocido como el verdadero genio detrás de los proyectos que su antiguo jefe había plagiado. Gracias a ello, Flynn ascendió a la dirección de Encom, abriendo un nuevo capítulo para la compañía y sentando las bases para el mito cibernético que seguiría creciendo.
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La secuela Tron: Legacy, dirigida por Joseph Kosinski, retomó la historia décadas después. Kevin Flynn desaparece misteriosamente, dejando atrás a su hijo Sam (Garrett Hedlund), quien hereda la compañía sin comprender del todo el legado de su padre. Un día, al recibir una extraña señal proveniente del viejo arcade familiar, Sam es transportado también a la Red, convirtiéndose en el segundo “usuario” en materializarse dentro del sistema.
Allí descubre que su padre lleva años atrapado, enfrentando a Clu, una versión digital de sí mismo que se rebeló al considerar que la perfección debía alcanzarse a cualquier costo. En el camino, Sam conoce a Quorra (Olivia Wilde), una de las últimas sobrevivientes de los “Isos”, entidades digitales autónomas que representan una nueva forma de vida dentro del entorno virtual.
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Por qué ‘Tron: Ares’ promete ser la entrega más ambiciosa de la saga
Ahora, Tron: Ares, dirigida por Joachim Rønning (responsable de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar y Maléfica: dueña del mal), retoma la historia en un nuevo contexto, con Encom consolidada como una poderosa compañía de videojuegos. Los avances revelan que Julian Dillinger, interpretado por Evan Peters, dirige una empresa rival y ha creado su propia versión de la Red. Todo apunta a un nuevo conflicto entre sistemas, donde las fronteras entre usuarios, programas y conciencia artificial volverán a ponerse a prueba.
Con su estreno programado para este 9 de octubre, Tron: Ares promete combinar la herencia visual de las entregas anteriores con una narrativa centrada en la inteligencia artificial y la evolución digital. Antes de verla en las salas de cine, conviene recordar que, en el mundo de Tron, cada movimiento, cada luz y cada identidad están conectadas a una misma idea: la eterna lucha entre el creador y su creación dentro de un universo hecho de código y sueños eléctricos.