En el mundo creado por Akira Toriyama, pocos personajes del anime han tenido una evolución tan fascinante como Vegeta. Desde su llegada como el enemigo más temible de Dragon Ball Z, hasta convertirse en uno de los héroes más complejos de la franquicia, el príncipe de los Saiyajin se ganó el respeto de millones de fans.
Orgulloso, arrogante, competitivo y con un corazón que tardó años en revelar, Vegeta se volvió mucho más que un rival de Goku: se convirtió en su contraparte perfecta. Y aunque hemos visto cada una de sus transformaciones, muy pocos saben que existió una versión alternativa de Vegeta, tan exagerada y poderosa que parecía sacada de un cómic al estilo de Superman y Thor.
Un vistazo exclusivo al archivo de Toriyama
Fue en la página web oficial de Dragon Ball, en una sección especial en honor al legado de Akira Toriyama, donde se han publicado una serie ilustraciones y bocetos inéditos del creador, las cuales son visibles solo durante 24 horas. Entre esas joyas ocultas, apareció un hallazgo que enloqueció al fandom: el diseño conceptual original de "Super Vegeta", una versión mucho más extrema del príncipe Saiyajin que el público conoció en la saga de Cell.
Toei Animation
En este boceto, Toriyama muestra a un Vegeta completamente transformado, con músculos enormes, un cuello casi inexistente y una melena tan abundante que rivaliza con la de Gohan Bestia. El diseño iba más allá del conocido"Super Saiyajin 2: era una interpretación casi caricaturesca del poder absoluto, una figura que transmitía fuerza, pero también cierta brutalidad.
El Vegeta más descomunal de todos
A diferencia del estilo clásico de Dragon Ball, donde los personajes más fuertes conservan una complexión delgada y flexible, este Vegeta parecía sacado de un universo paralelo, más cercano al de los héroes de acción norteamericanos que al shōnen japonés.
Toei Animation
Era una exploración visual de cómo Toriyama imaginaba la energía llevada al límite, un cuerpo que reflejaba poder puro, aunque sacrificara parte de la agilidad y elegancia del personaje. Al final del día, Toriyama decidió simplificar el diseño y el resultado fue el Super Vegeta que todos conocemos: musculoso pero sin perder la proporción ni la elegancia que distingue al príncipe Saiyajin.
La elección no fue casual. Toriyama siempre buscó equilibrio visual y narrativo: el poder debía sentirse a través de la tensión, la mirada y el aura, no solo del tamaño físico. Sin embargo, este concepto inédito demuestra cómo incluso los personajes más icónicos pasaron por etapas experimentales antes de convertirse en leyenda.