Todos lloraron con Titanic al ver a Kate Winslet despedirse de su amor en medio de la tragedia. Al ser testigos del amor de un padre a su hijo en La vida es bella. Y prácticamente se quedaron sin lágrimas con La tumba de las luciérnagas, esa joya animada de Hayao Miyazaki. Pero hay otro tipo de producciones, esas que te tienen riendo a carcajadas en un segundo y completamente destruido al siguiente.
Estas historias son raras, especiales y, cuando aparecen, no se olvidan jamás. Prime Video tiene una de esas joyas escondidas en su catálogo. Una serie que dura poco, se ve rapidísimo y deja un golpe emocional que no se pasa en días. Esta producción británica se volvió un fenómeno cultural gracias a su frescura, su descaro y su capacidad para hablar de dolor, deseo, familia y culpa sin filtros.
La serie que redefinió la comedia moderna
Creada y protagonizada por Phoebe Waller-Bridge, Fleabag tiene solo dos temporadas perfectas, de episodios cortos que pasan en un suspiro. Pero cada capítulo es una bomba emocional disfrazada de humor inteligente.
Prime Video
La historia sigue a una joven londinense que usa la ironía, el sarcasmo y la mirada directa a cámara como mecanismo de defensa frente a un dolor profundo que intenta ignorar. Lo que empieza como una comedia descarada va revelando capas de vulnerabilidad hasta convertirla en una de las historias más humanas de los últimos años. Y sí, terminarás riendo y llorando a veces al mismo tiempo.
Dos temporadas, cero relleno, impacto infinito
En un mundo lleno de series interminables, Fleabag hace lo contrario: termina cuando tiene que terminar. Y lo hace tan bien que se convirtió en referencia mundial de cómo contar una historia en su punto justo.
Ganó premios Emmy, arrasó en crítica y se volvió una especie de terapia colectiva para quienes aman las comedias que hablan de cosas difíciles con un corazón enorme. Es un retrato brutalmente honesto de la vida adulta, con toda su belleza y todo su desastre.
¿Por qué es tan especial?
Fleabag no sigue las reglas. Escena tras escenas habla de temas incómodos con una honestidad brutal y convierte a lo cotidiano en una catarsis colectiva. Y por supuesto, no se puede olvidar a su protagonista, una chica caótica, imperfecta, que se equivoca y es absolutamente real.
Prime Video
Su elenco es impecable, y si has visto algún adelante, Fleabag es donde aparece el famoso "Hot Priest", interpretado por Andrew Scott. Su humor rompe la cuarta pared de formas geniales y sus diálogos son tan inteligentes que podrían ser un tatuaje. En Fleabag, no sobra nada, ni falta nada: es una serie hecha para sentirse, no solo para verse.