Además de su mezcla de nostalgia ochentera, aventura juvenil y terror sobrenatural, Stranger Things ha sido capaz de utilizar locaciones reales para darle vida a Hawkins. Calles, bosques, casas y edificios de Georgia se transformaron en escenarios icónicos que hoy reciben visitantes de todas partes del mundo. Estos espacios no solo construyen la atmósfera de la serie de los hermanos Matt Duffer y Ross Duffer para Netflix; también permiten que los espectadores crucen la frontera entre ficción y realidad.
El verdadero pueblo de Hawkins: Jackson, Georgia
Aunque Hawkins sea un invento televisivo, su espíritu nació en Jackson, una pequeña localidad de Georgia que se convirtió en el corazón visual de Stranger Things. Sus calles fueron transformadas para recrear una ciudad congelada en 1983, y ese impulso creativo terminó reviviendo un pueblo que durante años tuvo tiendas cerradas y escaso turismo. Hoy, cafeterías, heladerías y restaurantes reciben a visitantes que llegan desde todo el mundo para caminar por la misma avenida donde los personajes pedalean en la serie.
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Melvald’s, la biblioteca y otras paradas icónicas
Quienes recorren el centro de Jackson pueden visitar locaciones inconfundibles, como la tienda donde trabajaba Joyce Byers (Winona Ryder) o el callejón donde Steve Harrington (Joe Keery) peleó en la primera temporada. El edificio que hace de biblioteca aparece en numerosos episodios y tendrá peso en la temporada final. La producción no solo colocó a Jackson en el mapa, también provocó un crecimiento constante de turistas que buscan vivir su propio día en Hawkins.
A pocos kilómetros, en Fayetteville, se encuentra la casa original de los Byers, famosa por la secuencia en la que Will (Noah Schnapp) se comunica desde el Upside Down a través de luces navideñas. Ese lugar, tan cargado de nostalgia ochentera, puede alquilarse como Airbnb, lo que permite a los fans pasar una noche dentro de uno de los escenarios más importantes de la serie. La casa sigue representando el lado más íntimo y emocional de Stranger Things.
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La escuela de Hawkins: Stockbridge y su campus congelado en el tiempo
Las escenas de Hawkins Middle School y Hawkins High School fueron rodadas en un antiguo campus escolar de Stockbridge. Aunque las instalaciones ya no funcionan como escuela, sus fachadas mantienen intacta esa estética de los años ochenta que define a los primeros episodios. Caminar por el patio o asomarse a los corredores exteriores hace que cualquiera sienta que, en cualquier momento, Dustin (Gaten Matarazzo) podría aparecer cargando su radio.
Otro sitio imprescindible es el edificio que sirvió como comisaría de Hawkins, ubicado en Douglasville. La fachada, usada en múltiples temporadas, se ha convertido en una parada obligada dentro de los recorridos autoguiados. Aunque hoy funciona como una construcción administrativa, sigue siendo reconocible para fans que quieren fotografiar uno de los espacios más asociados al jefe Hopper (David Harbour).
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La temida Creel House en Roma, Georgia
La mansión victoriana del siglo XIX que dio vida a la Creel House es, probablemente, el escenario más perturbador de todo el universo de Stranger Things. Ubicada en Roma, Georgia, fue utilizada tanto para tomas exteriores como algunas interiores. Aunque no está abierta al público, los visitantes pueden observarla desde la acera, y su fachada gótica, con pórticos y tejados afilados, conserva el aura siniestra que marcó la cuarta temporada.
El ambiente brumoso y misterioso de los bosques de Hawkins se recreó en Stone Mountain Park, a las afueras de Atlanta. Sus senderos llenos de pinos y amaneceres neblinosos sirvieron para muchas de las escenas donde los personajes se pierden entre árboles y amenazas invisibles. Para un paisaje aún más extremo está Bellwood Quarry, una enorme cantera rodeada de acantilados que se convirtió en escenario de persecuciones, enfrentamientos y momentos emblemáticos.