Cuando alguien como Quentin Tarantino recomienda una película, todo Hollywood lo escucha con atención. El director de Pulp Fiction, Kill Bill, Bastardos sin Gloria y Django sin cadenas no solo revolucionó la forma de contar historias: también es uno de los cineastas con mayor autoridad para hablar de historia del cine. Su conocimiento, su estilo inconfundible y su capacidad para detectar joyas ocultas lo han convertido en una referencia obligada.
En más de una ocasión, Tarantino ha aprovechado sus entrevistas y apariciones en podcasts para revelar cuáles considera las mejores películas del siglo XXI. Y aunque muchos pensarían que su lista estaría dominada por obras de Christopher Nolan, Denis Villeneuve, el universo Marvel o grandes producciones multimillonarias, el director sorprendió a todos al destacar un título mucho más sencillo pero explosivo.
Una carrera contrarreloj sobre rieles
La película en cuestión es Imparable, un thriller de acción dirigido protagonizado por Denzel Washington y Chris Pine. Para Tarantino, esta cinta es una de las producciones más emocionantes y perfectas de acción contemporánea.
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En Imparable, Washington interpreta a Frank Barnes, un veterano conductor de ferrocarril en los últimos días antes de ser despedido. Al mismo tiempo, conoce a Will Colson (Pine), un novato que está destinado a reemplazarlo y cuyo primer día se convierte en una prueba letal. Lo que inicia como una jornada rutinaria se transforma en una pesadilla cuando un tren de enormes proporciones se escapa sin control.
Ese tren no solo viaja a una velocidad creciente: además transporta cargamento altamente tóxico, suficiente para convertir un pequeño descuido en una catástrofe de escala nacional. Con miles de vidas en riesgo y casi ninguna opción viable para detenerlo, Frank y Will se ven obligados a unir fuerzas para evitar lo inevitable.
Por qué Tarantino la considera una obra maestra moderna
Para Tarantino, Imparable es un ejemplo perfecto de cómo construir tensión pura sin efectos digitales ni tramas enredadas. Tony Scott, maestro del ritmo visual, convierte el concepto simple de "un tren fuera de control" en una experiencia que te mantiene sin respirar durante 98 minutos.
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Por supuesto, otro de los elementos favoritos de Tarantino es la química entre Denzel Washington y Chris Pine. Sus personajes no son héroes típicos: son trabajadores comunes, golpeados por problemas familiares, laborales y económicos. Ese realismo hace que la misión se sienta aún más peligrosa y emocional.
En una era donde la mayoría de los éxitos del género involucran trajes metálicos, multiversos o presupuestos de cientos de millones, Imparable logra lo imposible: entregar un espectáculo visceral y emocionante usando apenas rieles, locomotoras reales y riesgo físico. Por eso Tarantino la señala como un ejemplo de cómo el cine de acción puede ser elegante, preciso y memorable sin depender de lo digital ni universos extendidos.